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Autor Tema: Zapatero no tocará a los sindicatos ni un euro en subvenciones pese al plan  (Leído 338 veces)

Eguzki

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Todaví­a quedan clases. Hasta para afrontar los ajustes. Josíé Luis Rodrí­guez Zapatero recortará el sueldo de los funcionarios un 5% de media y congelará las pensiones con el objetivo de reducir el díéficit público. Un esfuerzo que, sin embargo, no será compartido por todos. Y es que el Ejecutivo no tocará ni un euro de las subvenciones que cada año destina a los sindicatos para la “realización de actividades de carácter sindical”. Según recogí­a ayer el Boletí­n Oficial del Estado (BOE), las centrales se repartirán este año 15,8 millones de euros por este concepto, la misma cantidad consignada en los dos últimos ejercicios.

De acuerdo con la resolución del Ministerio de Trabajo, “la totalidad del críédito presupuestario se distribuirá entre todas las organizaciones solicitantes (…) proporcionalmente al número de representantes que hayan obtenido en las elecciones sindicales”. Bajo esta premisa, UGT y CCOO acaparan tradicionalmente el 80% de las ayudas concedidas. En concreto, la organización de Ignacio Fernández Toxo sumó en 2009 casi 6,39 millones de euros, por los 6,08 de las huestes de Cándido Míéndez. Le siguen a una distancia sideral la Unión Sindical Obrera (USO) y la vasca ELA con 497.059 y 497.715 euros, respectivamente. Más de 80 organizaciones sindicales recibieron algún tipo de aportación económica.

La convocatoria para 2010 explica que “la finalidad de estas subvenciones es fomentar, mediante la financiación, la realización de cualquier tipo de actividad sindical dirigida a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de los trabajadores”.  Resulta irónico que las ayudas se imputen a una aplicación presupuestaria denominada “familia e instituciones sin ánimo de lucro” dentro del programa 291M del Ministerio de Trabajo. Esa rúbrica está dotada en 2010 con 20,6 millones, destinándose el remanente desde los 15,8 millones dedicados a la “actividad sindical” a subvencionar la participación de sindicatos y empresarios en los diferentes organismos consultivos y autónomos en los que intervienen.

Aquí­ los sindicatos mayoritarios tampoco se van de vací­o. UGT mojó el año pasado con 1,07 millones de euros extras y CCOO con 922.609. CEOE tambiíén recibe su cuota: se hizo con 1,8 millones. No obstante, las cifras demuestran que los empresarios no están precisamente en las oraciones de Zapatero. Y es que la dotación por representación, la única a la que tiene acceso la patronal, pasa de 5,3 millones en 2009 a 4,8 en el presente ejercicio. Una evolución que ahondará en el descenso de retribución para los empresarios, despuíés de que en 2008 percibieran un tope de 2,1 millones de euros. La afiliación constituye una fuente de financiación residual para los sindicatos, que dependen de las subvenciones presupuestarias.

Reforma laboral, fin de trayecto

La publicación en el BOE de la convocatoria de ayudas coincide en esta ocasión con la cercaní­a del deadline de mayo fijado por el Ejecutivo para llegar a un acuerdo en la negociación de la reforma laboral. Precisamente ayer el presidente del Gobierno afirmó que ese pacto es su prioridad. Lo que no está tan claro es que los sindicatos quieran colaborar despuíés de recorte social planteado. Tampoco que Dí­az Ferrán, asfixiado por sus problemas empresariales, pueda hacerlo. Ayer el presidente de CEOE dijo que “no se puede estar más tiempo negociando” y se curó en salud por si no hay acuerdo. “El Gobierno deberí­a tomar las riendas y reformar el mercado de trabajo bien directamente, ví­a decreto ley, o a travíés del Parlamento”, dejó caer.

En todo caso, las subvenciones por la actividad sindical son sólo una pequeña parte de lo que sindicatos y empresarios reciben ví­a cursos de formación, una cifra tan parcelada como opaca. El Gobierno ha planteado en varias ocasiones la necesidad de poner en marcha una ley de participación institucional que díé transparencia y estabilidad a las finanzas de los agentes sociales. El proyecto, abrazado en su dí­a por Jesús Caldera cuando era titular de Trabajo, fue planteado a mediados de julio a patronal y sindicatos con el fin de desbloquear la negociación laboral. La propuesta del departamento de Celestino Corbacho pasaba por un incremento sustancial en las ayudas. Toda una tentación que no evitó la ruptura a finales de mes.