El paso de ecuador de la segunda legislatura de Zapatero se complica. En apenas cuatro días, el presidente se ha visto forzado a aprobar in extremis un drástico recorte de gasto que le ha valido el encontronazo con los sindicatos y el abucheo del Parlamento por llegar tarde a la cura de un díéficit desbordado.
Por si fuera poco, el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió ayer un informe con una conclusión demoledora: España está abocada a sufrir nuevas subidas de impuestos para tapar el socavón abierto en sus arcas públicas, y todo ello en un marco social que podría resumirse con el emblema de sangre, sudor y lágrimas.
Una recuperación díébil
El organismo internacional no se anda con rodeos. Augura una recuperación “díébil y frágil†, que sólo podrá ser aliviada si se toman reformas de amplio alcance y que, a priori, causarán llagas entre los ciudadanos. Cabe recordar que en abril el FMI proyectó una contracción del PIB del 0,6% para este año, mientras que mantuvo en el 0,9% la previsión de crecimiento en 2011. En el medio plazo, la actividad crecerá de formal gradual entre el 1,5% y el 2%, aunque todo dependerá de si se aborda con íéxito el recorte del díéficit fiscal y se controla la “incertidumbre†que genera una tasa de paro que rebosa ya el 20% de la población activa.
- Las cajas, a examen
Si bien los números rojos y la píérdida de competitividad son dos de los temas clásicos que preocupan al FMI, en esta ocasión el enmarañado sistema de cajas centra un capítulo importante. El organismo advierte de que su “estructura legal no se adapta bien a las necesidades de Españaâ€, ya que las fusiones aún deben ser aprobadas por los gobiernos regionales, lo que las convierte en canchas de “influencia política†y vetadas a los inversores externos.
En esta línea, la institución reclama un cambio para reforzar su capacidad para captar capital. Y lo más revelador:que se les tienda la posibilidad de convertirse en sociedades tenedoras de acciones, lo que abre la puerta a una especie de privatización de las cajas. El fin de esas acciones sería cotizar en mercados secundarios. Más a más, solicita que se obligue a ello a las cajas de ahorro más importantes. “Esta reforma debe aplicarse inmediatamenteâ€, remacha.
- Redoblar los impuestos
El FMI valora positivamente el programa de recortes que aprobó el jueves pasado el Gobierno, y que permitirá un ahorro valorado en 15.500 millones de euros en dos años, según cálculos de Ceprede, gracias a la reducción de inversión en infraestructuras y del gasto de personal en las administraciones, entre otros. Eso sí, el FMI advierte de que “cualquier desviación†del programa hará difícil controlar la deuda estatal en un plazo razonable. Para evitar sorpresas ingratas y potenciar su credibilidad, sugiere al Ejecutivo que se lance a la caza de nuevos ingresos “mediante la reducción de los beneficios fiscales, incrementado aún más el IVA y los tipos de Impuestos Especialesâ€.
Precisamente, la Agencia Tributaria trabaja ya con simulaciones para analizar la subida de varios impuestos, como el IRPF, Sociedades, Sucesiones o Patrimonio. Se da por descontado que elevarán los Especiales y hay quien apunta otra subida del IVA de un punto, tras los dos que se elevarán en julio (el tipo pasará entonces del 16% al 18%). En paralelo, el FMI deja caer al Gobierno que “podría incluir una mayor reducción del gastoâ€, ya que íéste ha aumentado drásticamente en la última díécada. Una tarea controvertida si se tiene en cuenta que las pensiones, el denominado cheque bebíé y los salarios de los empleados públicos ya han sido retocados la semana pasada.
- ‘Inspectores’ fiscales
Otra de las controvertidas ideas que dejan caer los tíécnicos del FMI en su informe evaluador sobre España es la necesidad de crear “marcos fiscales más fuertesâ€. Como el grueso del gasto se produce en las comunidades autónomos, parece necesario crear un mecanismo de control para garantizar que los diecisiete territorios se sumarán al carro del ahorro. La experiencia demuestra que poner de acuerdo en algo a las administraciones es casi un imposible, de modo que el FMI no vacila en aconsejar la creación de “un consejo independiente fiscal como en Suecia o Bíélgica†que proporcione un análisis objetivo de la sostenibilidad de las cuentas a largo plazo.
Lo que no le gusta a Salgado
La vicepresidenta Elena Salgado volvió ayer a poner en tela de juicio las recetas económicas de la institución que dirige Dominique Strauss-Kahn. El FMI no está dispuesto a abandonar la bandera de la reforma laboral y que durante tantos meses viene ondeando.
En concreto, pide una revisión “radical, amplia y ambiciosa†de las reglas que rigen el mercado de trabajo mediante el abaratamiento del despido de los trabajadores indefinidos (sus mayores indemnizaciones respecto a los temporales los hacen en la práctica intocables), y la descentralización de la negociación de convenios. El FMI aconseja al Ejecutivo que vaya pensando en aprobar una reforma laboral vía decreto. Patronal y sindicatos tienen de plazo hasta el viernes para llegar a un acuerdo.