Las exportaciones de Míéxico a EE.UU. están restando cuota de mercado a China a medida que sube la demanda de refrigeradores fabricados en Míéxico por Whirlpool y camionetas de reparto Dodge Ram, de Chrysler.
La participación de mercado de Míéxico, de 427.7 mil millones de dólares en bienes y servicios que importó EE.UU. en los primeros tres meses del año, creció a un 12.3%, un ríécord, de 11% hace un año, alentada por la debilidad del peso y el traslado de compañías manufactureras estadounidenses al sur de la frontera. La cuota de China cayó a 17%, de 18.4%.
Para combatir a la industria manufacturera china de bajo costo las fábricas mexicanas cambiaron a bienes cuyo traslado por mar resulta caro, y aquellos que requieren un proceso más complejo, como automóviles y aparatos para el hogar, manifestó Luis de la Calle, ex negociador mexicano del Tratado de Libre Comercio de Norteamíérica. Míéxico adoptó esta estrategia luego de que el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001 ocasionó el cierre de cientos de plantas textiles, de juguetes y partes electrónicas.
“Hay un cambio de percepción a favor de Míéxicoâ€, aseguró De la Calle, quien ahora es socio del negocio de consultoría De la Calle, Madrazo, Mancera, S.A. “Hay una reorganización que empezó antes de la crisis y que se aceleró con íéstaâ€.
El aumento en la participación de Míéxico en el mercado de EE.UU. continuará, debido a su vecindad y oferta de mano de obra dispuesta a ganar menos que sus contrapartes en Canadá, sostuvo De la Calle.
Dentro de tres años Míéxico podría alcanzar una cuota de 15% y desplazar a Canadá como la segunda mayor fuente de bienes extranjeros, indicó.
Polaris Industries Inc., fabricante de vehículos para nieve y todo terreno con sede en Medina, Minnesota, anunció el jueves pasado la apertura de una planta cerca de Monterrey para sustituir una que planea vender o cerrar en Osceola, Wisconsin. La medida, que incluye añadir producción a otras dos plantas en EE.UU., le ahorrará unos 30 millones de dólares anuales para 2012, informó.
“En rapidez para llevar al mercado y costos de logística, China no hubiera sido competitivaâ€, dijo el ejecutivo en jefe Scott Wine. “Míéxico tiene una fuerza laboral acostumbrada a trabajar para compañías de EE,UU., con productos de tecnología medianamente altaâ€.
Los exportadores mexicanos se han beneficiado de un peso díébil, que abarata sus productos en tíérminos de dólar. La divisa llegó a bajar a $15.57 por dólar en marzo del año pasado. El peso se ha recuperado desde 2009, a $13.0365 el lunes pasado.