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Autor Tema: El Escudo de Plata  (Leído 1465 veces)

Scientia

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El Escudo de Plata
« en: Mayo 28, 2010, 07:47:27 pm »
EL ESCUDO DE PLATA
Una vez hemos desarrollado nuestro poder de atraer a los átomos Aspirantes, y hemos
pasado revista a nuestras vidas pasadas, empezamos a practicar otra clase de respiración, para
atraer átomos que protejan a nuestras mentes de interferencias externas. Estos átomos son los
de Transformación, los cuales construyen, alrededor de la envoltura de nuestro cuerpo mental,
lo que se llama el Escudo de Plata, formado de di hos átomos, los cuales, con el tiempo, vibran
y nos sumergen en una longitud de onda más elevada. Es una atmósfera mental que posee
las cualidades de nuestra experiencia de sabidurí­a y, una vez formada, se convierte en el
templo para el átomo Maestro de nuestro cuerpo mental, el cual asciende desde el sistema seminal
e ilumina nuestras mentes. Es tambiíén una estación receptora y condensadora para la
vibración del Intimo y de la contraparte superior de la naturaleza elemental.
La cualidad y el tamaño de este Escudo de Plata, depende de la calidad de la aspiración
del estudiante, y de los poderes del mismo para atraer los átomos de Transformación a su rejilla
nasal y a su corriente sanguí­nea. Más adelante describimos el míétodo de respiración para
desarrollar este Escudo.
El desenvolvimiento del Escudo de Plata es nuestro trabajo real e importante, y requiere
tiempo y paciencia, por cuanto tales átomos no son atraí­dos fácilmente. Estos nos resguardan
contra la interferencia de nuestro yo sumergido y de aquellas condiciones atraí­das a nosotros,
en el momento que nuestra atmósfera irradia átomos de naturaleza aspirante.
Las llamadas del pasado se desarraigan con dificultad de nuestras atmósferas; por cuanto
contienen átomos que tienden a situar la mente en sus perí­odos.
La nueva vibración de los átomos de Transformación es muy sutil, y la sensibilidad de
uno aumenta de manera difí­cil de analizar. Aunque el estudiante no es consciente de su acercamiento,
despuíés de su primera inmersión en esta longitud de onda, y aunque íél aparecerá
normal, esta vibración será difí­cil de soportar y le causará sufrimiento.
De ser posible, el estudiante debe procurar ir a un retiro en el campo, donde consiga
quietud mental y, de consiguiente, poco que lo entorpezca en su práctica.
Este es un perí­odo por el que pasaron la mayorí­a de los antiguos anacoretas; porque las
condiciones que infestan la atmósfera sumergen, repetidamente, al estudiante en sus propios
lí­mites, entre su escudo protector y esa atmósfera. Es algo parecido a un ejíército atacando a
una fortaleza, resguardada por una empalizada exterior, sobre la que se ciernen enjambres de
entidades malignas, que tratan de penetrar en la atmósfera de esta poderosa substancia atómica
compuesta de átomos transformadores.
El estudiante es, entonces una luz en un mundo en tinieblas, y los mentalmente malignos
lo atacan siempre que les es posible. Esto excita y perturba al estudiante con mucha facilidad.
Esta lucha dura más de lo que deseamos; porque, no obstante que estamos protegidos, no
somos inmunes contra la actividad mental de naturaleza mundana. Este es un perí­odo de instrucción,
durante el cual escuchamos al átomo Maestro, despuíés que íéste ha penetrado en el
Escudo de Plata.



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Re: El Escudo de Plata
« Respuesta #1 en: Mayo 28, 2010, 07:48:16 pm »
El estudiante tendrá, entonces, que soportar cargas que otros le echarán. Antes de que
pueda desarrollar sus verdadero trabajo, es sumergido, con frecuencia, en el mundo del comercio y, siendo muy sensitivo, esto hace, a veces, que se sienta desdichado. Más tarde descubrirá
la manera de ayudar a las gentes, entre las cuales trabaja, por cuanto será capaz de
analizar lo que sea necesario para su mejoramiento. Como el cirujano, descubrirá quíé gangrena
habrá que eliminar, a fin de ayudar a la mente en dificultades.
Debiíéramos recordar que son muy pocos los capaces de trabajar conscientemente, bajo
la dirección de sus Instructores, y que hay estudiantes que ayudan a los grandes Iniciados a
llevar su carga.
Los Instructores revelan, a veces, cuáles son sus tareas y lo que han conseguido, a fin de
que sus pupilos se den cuenta de las posibilidades futuras, y para mostrarles que son parte de
un gran plan universal. Todo hombre tiene su lugar en este vasto esquema, aunque íél lo ignore.
Mediante la práctica de yoga, tratamos de trabajar en armoní­a con esta corriente universal, la
cual crea, guí­a y aspira a que todo llegue a ser parte de su inteligencia. El buscador llegará a
esto, con tal que aspire; si no llega en esta vida, llegará en otra.
Tanto los átomos de Aspiración, como los de Transformación, tienen sus sí­mbolos propios.
La radiación de un átomo, da al mismo una forma aparente, la que, con frecuencia, se
utiliza como sí­mbolo. El del átomo de Transformación es como un tridente o ballesta invertida.
Este sí­mbolo lo emplean tambiíén los bracmanes, los cuales conocen al Escudo de Plata
como instrumento del cuerpo mental.
La acción de la mente no la entienden los psicólogos occidentales. En su tarea de trazar
el mapa del cerebro y del sistema nervioso, no han descubierto, todaví­a, cómo el pensamiento
actúa sobre el cerebro.

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Re: El Escudo de Plata
« Respuesta #2 en: Mayo 28, 2010, 07:48:44 pm »
En nuestro Escudo de Plata hay una multitud de nodos o centros. Al llegar un pensamiento
a ellos, transfiere, a la vida celular del cerebro, energí­a vibratoria del mismo. Esto, a
su vez, nos trae información de otros sistemas planetarios.
El Escudo de Plata ocupa una extensa área y, sobre el mismo está el mapa de nuestro sistema
solar. Su contraparte inferior es la superficie del cerebro; pero, como está aprisionado
dentro del cráneo, ha de estar contraí­do. A esto se deben las convulsiones del mismo.
Cada nodo o centro, sobre la membrana exterior, está sintonizado a su clave especial de
pensamiento. Si enviamos pensamientos de amor, el nodo del receptor lo atrae y los transmite
internamente a la vida celular del cerebro, y íéste vibra en respuesta.
El cerebro normal recibe estos impulsos de los nodos situados en la membrana sedosa
del cuerpo mental.
De la misma manera que el cuerpo fí­sico se nutre de alimento que produce estí­mulo
atómico, así­ tambiíén el cuerpo mental se nutre de la atmósfera que le rodea.
Es interesante notar que, cuando uno ayuna, a los pocos dí­as, se siente estimulado mentalmente,
porque, entonces, las densidades de cuerpo no entorpecen a la mente, haciendo presión sobre ella.
El átomo Maestro del Escudo de Plata es un átomo migratorio del flúido seminal. La
energí­a del mismo tipifica la fuerza heredada de los antepasados del estudiante, hasta que se
cierne sobre el mismo la energí­a del Intimo. Uno se pregunta muchas veces: ¿ Por quíé son tan
pocos los hombres de mente bastante fuerte como para iniciar y completar algo de míérito? Si
los antepasados de un hombre fueron disipados y díébiles, por causas antinaturales, su átomo
Maestro es igualmente díébil. Por esta razón, se dice al estudiante que conserve su vitalidad, a
fin de que llegue a darse cuenta de su fuerza mental.
Rara vez sentimos respeto hacia mentes debilitadas por disipación; porque, a medida que
nos desarrollamos en nuestro sistema secundario, vemos la necesidad de la fuerza y de la vitalidad.
Poseemos una reserva de energí­a nerviosa, almacenada en la base del cerebro; si íésta se
malgasta, es difí­cil pensar con poder y precisión, salvo que nuestra provisión de esta energí­a
sea fenomenal. Para tener íéxito en este mundo, debemos retener suficiente energí­a para elevarnos
por encima de nuestros semejantes. La energí­a, tontamente malgastada, acorta considerablemente
la vida de uno. Los árabes poseen un cierto míétodo para desarrollar y conservar
sus energí­as, cuando se ven forzados a viajar.
En varios libros antiguos se habla de la salida del átomo Maestro del flúido seminal, para
pasar al Escudo de Plata, en forma simbólica, asemejándolo al hombre que desarraiga viejas
condiciones y trasplanta las raí­ces a la cabeza. Cuando esto ocurre, se nos dota de una inteligencia,
que nos ha sido negada durante muchas vidas; pues las energí­as abandonadas empiezan
a actuar de nuevo.

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Re: El Escudo de Plata
« Respuesta #3 en: Mayo 28, 2010, 07:49:12 pm »
El átomo Maestro nos detiene, entonces, en nuestro camino, y nos presenta las cosas
desde varios puntos de vista, con los cuales no estamos familiarizados. Empezamos a percibir
las condiciones desde adentro, gracias a la sabidurí­a de nuestra experiencia recogida en vidas
pasadas.
El átomo Maestro atrae átomos que nos traen el recuerdo de la herencia, recibida de
nuestros antepasados mentales y fí­sicos.
El átomo Maestro nos enseña que poseemos escuelas ilimitadas de instrucción, de las
cuales obtenemos nuestra sabidurí­a ultíérrima. Pero esto sólo se nos puede revelar si hemos alcanzado
cierto grado de pureza, en íésta y en otras vidas. La sabidurí­a de la Naturaleza nos dió,
tambiíén, seguridad y protección en nuestras vidas más remotas.
Durante el cataclismo de la Atlántida, quienes habí­an alcanzado esta sabidurí­a fueron
salvados; de modo que, la seguridad futura de una raza o de una persona depende del poder
protector de su Escudo de Plata.
El hombre está colocado entre dos densidades de materia opuestas; la una representa libertad,
la otra conquista. La libertad es iluminación, la conquista es destructiva.
Hemos de ser colocados entre estas dos corrientes atómicas, y la energí­a atómica del sol
atrae y une a estos opuestos.
La ley de oposición es la ley de atracción. El hombre que os golpea, en un momento de ira,
atrae de vosotros una fuerza que une vuestra mente a la suya. Esta es una de las llamadas leyes
naturales ocultas. La oposición atrae dos fuerzas para unir sus átomos. Se ha dicho que “Una voz
suave aleja la ira”. Esta es la ley; si uno no se opone a una cosa es difí­cil que íésta se una a íél. Los
yoguis han de aprender esta ley en las selvas de la vida, donde cada hombre hace presa del otro.
Hay muchas cosas que no se enseñan a la humanidad; son simples leyes, necesarias en
momentos de emergencia, que, quienes trasponen sus barreras interiores, entienden. Tales leyes
se emplean para la protección de uno mismo y de otros. La mente humana es fácilmente
ilusionada por los átomos del Escudo de Plata; con frecuencia, se evita el mal por medio de la
ilusión; muchas veces hemos leí­do acerca de adeptos que se hacen invisibles.
No podemos decir cuánto tiempo tendrá que permanecer el estudiante bajo la instrucción
del átomo Maestro del Escudo de Plata. Ello depende de sus propios esfuerzos; pues ha de
transmutar su atmósfera mental en la longitud de onda de aquíél.
Este átomo Maestro puede desvanecer las actividades del Enemigo Secreto, alojado en la
base de la columna vertebral; pues tiene bajo su mando muchos átomos que nos pueden instruir.
El cuerpo humano posee muchas envolturas. En la más baja, está un átomo Maestro, al
cual se puede invocar para realizar milagros. Una vez obtengamos la instrucción del mismo,
quedaremos bajo su actividad durante dos o tres encarnaciones. Este conocimiento lo utilizaron
los antiguos; pues ellos entendí­an al yo inferior y las envolturas de materia que lo rodean.
De esto no hablan sino los Iniciados, en su sabidurí­a; nosotros sólo nos damos cuenta de ello,
gracias a las enseñanzas del átomo Maestro del Escudo de Plata. Pero no se nos permite escribir
sobre ello, porque vendrá a ser conocido y analizado en la Nueva Era.

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Re: El Escudo de Plata
« Respuesta #4 en: Mayo 28, 2010, 07:49:42 pm »
Entre los hebreos esotíéricos, se llamaba a esto el maná del desierto, aunque no era lo que
se recogí­a de las arenas; este conocimiento está guardado en el Templo de la Esfinge.
Cuando empezamos a construir nuestro Escudo de Plata, trabajábamos bajo los átomos de
Transformación. Antes de esto, estábamos bajo los átomos Aspirantes, y de una influencia solar
que arrojaba, de nuestro cuerpo fí­sico, viejas partí­culas de materia, que absorbí­an nuestra
energí­a, pero no ayudaban nuestro crecimiento. Pero ahora estamos bajo la influencia de la
Luna.
Esta fuerza lunar nos lleva a sus escuelas de instrucción, y trascendemos los lí­mites de
nuestra visión normal y pasamos a perí­odos de iluminación, que se nos ocultaban; posee una
estructura atómica diferente de otras; porque las corrientes etíéricas, que afluyen a ella, la divide
en varias corrientes de inteligencia, a las que hemos de unirnos. Esto nos dará la percepción
para descubrir varias especies de entidades animales, y nos daremos cuenta de que, a pesar
de ser humanos, no estamos inmunes de sus actividades astrales.
Aquí­ es donde podemos alcanzar, tanto hacia atrás como hacia adelante, a inmensidades
de la naturaleza y descubrir la sabidurí­a, que una vez poseí­amos, y, tambiíén, la ignorancia de
los seres que se encuentran allí­. Penetramos, así­, en regiones de oscuridad no conquistada, así­
como en la suprema sabidurí­a, simbolizada por la Esfinge; porque este gran elemental es el
guardián de nuestro antiguo conocimiento, en relación con la ley natural.
A medida que el estudiante entra en este perí­odo de iluminación, presencia esas grandes
corrientes de inteligencia, que han abandonado a la luna eones hace, para construir y trabajar
en nuestra tierra, hasta que íésta alcanzó su propio perí­odo de transformación. Este perí­odo fuíé
el que ahora llamamos una de sus Edades de Oro. Estos Seres eran similares a una cadena
nomádica; es decir, una inteligencia entrelazada.
Al dirigir la vista a esta vasta profundidad del pasado, quedamos maravillados, con reverencia,
ante la gran confederacin que se está construyendo lentamente; la seguimos en el futuro,
y nos damos cuenta de la riqueza y prosperidad que ha de alcanzar la porción occidental
del planeta. Pero, al mismo tiempo, presenciamos perí­odos de obscuridad, en que una nación
se separa de su influencia guiadora; en que ya no busca a su Intimo, sino que rinde culto a
Mammon.
La conciencia del Escudo de Plata da al estudiante una apostura regia. Esto ocurre cuando
se pone en contacto con los átomos de la luna; porque, entonces, es posible para íél, alcanzar
la cumbre de su sabidurí­a pasada; aquellas cualidades que habí­a desarrollado, en sus aspectos
constructivo y destructivo, antes de que quedara aprisionado en la húmeda atmósfera
de esta tierra. Comprenderá, así­, que, en el pasado habí­a alcanzado sabidurí­a y poder, que
ahora se le niegan.

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Re: El Escudo de Plata
« Respuesta #5 en: Mayo 28, 2010, 07:50:09 pm »
La luna simboliza la sabidurí­a secreta del hombre, la cual le será revelada una vez que
retorne a sus planos internos. Cuando el estudiante inhale las propiedades de la inteligencia
lunar, encontrará su propia literatura sagrada y cientí­fica.
Esta nueva clase de átomo es, mentalmente, similar al Enemigo Secreto; pero está más
allá del mal; no obstante; puede darnos los poderes del Enemigo Secreto, y transmitir al estudiante
parte de su conciencia. El estudiante penetra, así­, en su mundo inferior y encuentra dos
fuerzas opuestas, a saber: la sabidurí­a del Intimo y la del Enemigo Secreto.
La luz que recibimos de la Luna tambiíén trae átomos extraños, que, al agruparse, perturban
nuestra atmósfera y agitan las cíélulas nerviosas que están bajo la jurisdicción del Sol. Así­,
las personas sensitivas se sienten nerviosas en los plenilunios. Estas sensaciones desagradables
son causa de que los centros de la envoltura mental reflejen en nosotros esas condiciones
agitadas.
Las influencias de la Luna producen en nosotros profundas tendencias a la inspiración.
Cuando esto ocurre, es bueno escuchar; por que sus átomos lunares pueden impartir instrucción
de su perí­odo y ayudarnos a volver a una antigua religión de sabidurí­a.
El cuerpo humano está sujeto a dos fuerzas, la del Sol y la de la Luna. Durante el dí­a, la
presión del Sol detiene a las fuerzas germinadoras, dentro de nosotros, y conserva nuestra vitalidad.
La corriente nocturna de la Luna procura extraer esta vitalidad almacenada. Por esto
es que los animales, salvo aquellos que tienen sus patas envueltas en substancia no conductora,
no las ponen, en la noche, en el suelo, a fin de no quedar desvitalizados.