La Cámara de Representantes aprobó hoy un proyecto de ley que, de ser ratificado por el Senado, aumentará la presión fiscal a las gestoras de fondos, a las multinacionales de EEUU y a las petroleras.
Estas medidas forman parte de un voluminoso paquete de estímulo económico que fue aprobado hoy por 215 votos a favor y 204 en contra, y cuyo objetivo final es sustentar la recuperación del país y reducir el desempleo, situado actualmente en el 9,9 por ciento.
El paquete de estímulo supondrá el desembolso de 116.000 millones de dólares en los próximos diez años, de los que una parte, 56.000 millones, se financiará con los nuevos impuestos y gravámenes. Los 60.000 millones restantes engrosarán el díéficit presupuestario del país.
Entre las compañías que verán aumentada la presión fiscal están las compañías petroleras, que durante estos días están en la mira del Gobierno y la opinión pública por el vertido en el Golfo de Míéxico, la mayor catástrofe ambiental de la historia de EEUU.
Según el proyecto de ley, la tasa que las petroleras pagan por cada barril de petróleo extraído en el país se multiplicará por cuatro, de 8 a 34 centavos.
Además, el proyecto de ley establece que los fondos de capital privado y los de alto riesgo pagarán impuestos por sus beneficios como si fueran ingresos ordinarios, en lugar de disfrutar de las exenciones que reciben ahora como ganancias de capital.
Los intereses generados por los beneficios a partir de enero de 2011 sufrirán un gravamen del 35 por ciento, por encima del 15 por ciento actual.
Las multinacionales estadounidenses verán además como se incrementan los controles de los críéditos fiscales que utilizan en el exterior para reducir su presión fiscal en EEUU.
La medida, por otro lado, extiende un paquete de exenciones fiscales que se pusieron en marcha para reactivar el crecimiento económico, y prorroga hasta noviembre próximo los subsidios que disfrutan los desempleados.
Ahora la medida debe ir al Senado, si bien la cámara alta tomó ayer un receso vacacional que se extenderá hasta el 7 de junio. El futuro del proyecto de ley en el Senado es impredecible, según dijeron hoy algunos observadores. EFE