La canciller alemana, Angela Merkel, se reunió el domingo con su gabinete de ministros para negociar un plan de ahorro presupuestal de la nación, que podría incluir tanto recortes a la burocracia federal como a los beneficios de bienestar social, así como más impuestos.
Merkel rechazó hacer declaraciones sobre los detalles de las medidas planeadas antes de la reunión.
Los medios de comunicación han hecho conjeturas de que se están contemplando la eliminación de miles de puestos en el servicio público, menos subsidios a los nuevos padres y más impuestos a los proveedores de electricidad.
Alemania enfrenta un díéficit presupuestario de más de 86.000 millones de euros (103.000 millones de euros) este año y ha dicho que necesita cortar por lo menos 10.000 millones de euros al año hasta 2016 para cumplir una obligación constitucional de que el país tenga un presupuesto equilibrado.
Merkel enfatizó que Alemania ya no puede gastar más allá de lo que recibe. "Sólo podemos gastar lo que tenemos", insistió.