Por ... ANGELA DOLAND
PARIS -- El juicio contra el ex corredor de bolsa Jerome Kerviel comenzó el martes en París para determinar si usó fortunas del banco Societíé Generale para operaciones secretas de altísimo riesgo que humillaron al gigante financiero y demostraron la necesidad de más controles.
El escándalo llevó en enero de 2008 a píérdidas de más de 7.000 millones de dólares (5.000 millones de euros) para el banco, una vez que pudo establecer quíé posiciones había tomado Kerviel. El caso estalló antes de la serie de crisis financieras que incluyeron la caída de Lehman Brothers y el descubrimiento de la estafa piramidal multimillonaria de Bernard L. Madoff.
Kerviel, de 33 años, gana actualmente 2.700 dólares (2.300 euros) al mes en una compañía de informática. En su defensa, piensa presentarse como el chivo expiatorio del banco y argumentar que las inversiones arriesgadas eran comunes entre los corredores.
Tambiíén dirá que sus superiores sabían lo que hacía y que no dijeron nada hasta que dejó de ganar dinero para el banco. Societíé Generale ha desmentido esas acusaciones.
Kerviel, ojeroso, respondió a las preguntas del tribunal sobre su identidad y estado actual, mientras se enjugaba el sudor de la frente. Un juez leyó los cargos en su contra, que incluyen falsificación, abuso de confianza y uso no autorizado de computadoras.
Los supervisores de Kerviel fueron interrogados en la investigación, pero ninguno enfrenta cargos. Unos pocos ejecutivos del banco renunciaron por el escándalo, incluido el presidente durante muchos años, Daniel Bouton.
Kerviel le dijo a las autoridades que las cantidades de dinero perdieron significado para íél y que vivía en un mundo virtual, desconectado de la realidad. Los fiscales y el fiscal han dicho que al parecer no ganó dinero con las enormes operaciones que hizo sin autorización.