Los inversores temen que las crecientes emisiones de deuda pública puedan truncar la recuperación económica, lo que ha desencadenado una píérdida de confianza y una elevada volatilidad en los mercados desde finales de abril hasta comienzos de junio, acentuada con los problemas de Corea y España.
í‰sta es una de las conclusiones del informe trimestral de junio del Banco de Pagos Internacionales (BPI), publicado hoy, que atribuye "el reciente repunte de la volatilidad en los mercados financieros a la píérdida de confianza de los inversores ante los problemas fiscales y al riesgo de debilidad del crecimiento".
El paquete europeo de ayuda financiera alejó por un tiempo el temor al contagio en los mercados de deuda soberana en euros pero persiste la inquietud en torno a las perspectivas económicas.
Continuó la huida del dinero desde los activos de riesgo, provocando aumentos adicionales de las primas por riesgo y liquidez.
"Desde finales de abril hasta comienzos de junio, los mercados financieros mundiales registraron una elevada volatilidad conforme las inquietudes fiscales y el riesgo de un crecimiento económico más díébil minaban la confianza de los inversores", según el BPI.
La inquietud ante la insostenibilidad de las posiciones fiscales se materializó con los problemas de Grecia y de otros países de la zona del euro.
Ante la creciente incertidumbre, los inversores redujeron sus exposiciones al riesgo y se refugiaron en activos tradicionalmente seguros, señala el informe.
La ampliación de los diferenciales de los tipos de interíés Libor-OIS reflejó la creciente preocupación por la posibilidad de que el sistema financiero fuera más frágil de lo previsto.
"La orientación más restrictiva de la política económica en países como China, Brasil y la India hizo dudar sobre la capacidad de las economías emergentes para aportar el dinamismo necesario al crecimiento mundial", explica el BPI.
La confianza de los mercados volvió a quedar socavada por el repunte del riesgo geopolítico en Corea y la segunda rebaja de la calificación crediticia de España, donde algunas de sus cajas de ahorros se vieron en dificultades a finales de mayo.
El BPI, que actúa como el banco de los bancos centrales, está formado por 55 bancos centrales con derecho a voto y representación en las asambleas generales.
La sede central se encuentra en la ciudad suiza de Basilea y cuenta con dos oficinas de representación en Hong Kong y en Ciudad de Míéxico