Por... THOMAS BLACK
La cuota de Míéxico de la producción de automóviles en Norteamíérica quizá crezca a un ritmo más veloz al tiempo que General Motors Co., Ford Motor Co. y Chrysler Group LLC buscan trabajadores que ganen menos del 10% de lo que les pagan a sus homólogos estadounidenses.
Los costos laborales más bajos quizá ayuden a las compañías de Estados Unidos a fabricar automóviles más pequeños de manera rentable para satisfacer la demanda de vehículos que gastan menos combustible tras la recesión del año pasado. Las ganancias de Míéxico serán a costa de los trabajadores de Estados Unidos y Canadá, dijo Dennis DesRosiers, director general de DesRosiers Automotive Consulting Inc.
``La capacidad en Norteamíérica aumentará, y Míéxico se quedará con una buena parte de ella'', dijo DesRosiers desde Ontario.
Los traslados de producción a Míéxico quizá se aceleren cuando baje la presión política que encaran Chrysler y GM al devolver dinero de rescate que recibieron del Gobierno, dijo Michael Robinet, subdirector general de pronósticos mundiales de CSM Worldwide en Michigan. El Gobierno de Estados Unidos ha distribuido unos $80,000 millones en el programa de financiación de la industria automovilística para apoyar al sector.
DesRosiers dice que la cuota de Míéxico de la producción automovilística norteamericana aumentará a 19 por ciento en los próximos diez años desde un promedio de 12 por ciento de 2000 a 2009. En el mismo periodo, la cuota de mercado de Estados Unidos bajará 7 puntos porcentuales a 65 por ciento y la de Canadá se mantendrá en 16 por ciento, dijo.
Los trabajadores de GM en Míéxico ganan 340 pesos al día ($26.40) en promedio en salario y prestaciones, o menos de $4 la hora, dijo Tereso Medina, líder del sindicato de los 5,000 trabajadores de GM en Saltillo, ciudad que produce uno de cada cuatro automóviles mexicanos.
Los trabajadores de Ford en Estados Unidos ganan unos $55 la hora contando prestaciones, en comparación con $50 la hora los trabajadores de Toyota Motor Corp. en Estados Unidos, dijo Lewis Booth, director financiero de Ford, en una conferencia telefónica el 28 de enero.