La deuda exterior es el gran problema de España. Así lo cree Francisco González, presidente de BBVA, que ayer solicitó unas finanzas públicas sostenibles, reformas estructurales y nuevos avances en la reforma del sistema financiero. Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda, coincidió con su diagnóstico.
España ha vivido por encima de sus posibilidades y ahora debe cambiar su patrón de comportamiento. Ese fue el principal mensaje que lanzó ayer Francisco González, presidente de BBVA.
"Nuestra deuda exterior alcanza el 147% del PIB. Es decir, más de 1,5 billones de euros", explicó el directivo que inauguró el curso Tres díécadas de economía de España organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Meníéndez y Pelayo (UIMP). "Esa deuda exterior se ha convertido en el problema más agobiante. Este año, la economía española afronta vencimientos de 600.000 millones de euros entre deuda pública y privada", añadió González durante su intervención
A juicio del banquero las autoridades del país deben acometer varias iniciativas de forma simultánea. En primer tíérmino figura la sostenibilidad de las finanzas públicas. Administración central, comunidades autónomas y ayuntamientos deben arrimar el hombro en el control del gasto.
En segundo lugar aparecen las reformas estructurales en áreas como las pensiones públicas, la sanidad, el mercado de trabajo y el alquiler de vivienda. Y para que la economía nacional retome la senda del crecimiento debe contar, en tercer tíérmino, con un sistema financiero sólido. Para ello, González reclamó "que todas las entidades financieras … estíén libres de interferencias políticas y que su gestión pueda ser controlada por el mercado", en clara referencia a las cajas de ahorro.
Coincidencia con Ocaña
Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda, compartió en buena medida el programa de actuaciones expuesto por el presidente de BBVA. Desde su punto de vista, para volver a crear empleo, España debe flexibilizar su mercado laboral y reducir los costes que esto conlleva.
La reducción del díéficit público resulta clave para recobrar la "credibilidad" como país. Y apuntó, "los mercados financieros nos piden especificar cómo menguará el gasto y sin la aportación de las comunidades autónomas es imposible la reducción que planteamos".
Al ser cuestionado sobre si España cumplirá la reducción del díéficit que se le exige, el representante de BBVA efectuó una defensa cerrada del país. "Este es un gran país. Nos han mezclado con otros Estados cuyas cuentas no eran ni si quiera correctas", aseveró.
Ocaña puso como ejemplo de la voluntad de cambio el díéficit por cuenta corriente, "que en 2008 alcanzó casi el 10% del PIB, en 2009 fue del 5,4% y este año se situará en torno al 3%. Eso demuestra que vamos en serio. Ministros y empresarios coincidimos en el 90% de lo que hay que hacer".
Acto seguido, Francisco González golpeó la mesa con su mano y exclamó "¡Hagámoslo y hagámoslo ya! Este país tiene los mimbres para lograrlo".
Los deberes
BBVA instó ayer al ejecutivo a...
Asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio y largo plazo.
Impulsar reformas estructurales en pensiones, trabajo, sanidad, educación, etc.
Reestructurar el sistema financiero promoviendo la reducción de la red de oficinas y las plantillas, eliminando interferencias políticas y sometiendo a las entidades al mercado.
Medidas más allá del fondo de apoyo a la bancalos deberes
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) es un paso importante, pero hay que ir más allá. Así lo estimaba ayer Francisco González. El presidente de BBVA señaló que la magnitud de las medidas a adoptar "dependerá bastante del ciclo económico. Necesitamos un sistema financiero potente y estable que pueda atender las necesidades de la economía española".
Carlos Ocaña recordó la utilidad del FROB en la consolidación de las cajas de ahorro. "Al tener una fecha límite las entidades con problemas han acelerado el proceso, que avanza de forma satisfactoria". A continuación, el secretario de Estado de Hacienda vaticinó que la reforma de la Ley de í“rganos Rectores de Cajas de Ahorro (Lorca) estará lista antes del fin del verano.
Entre tanto, González aprovechó para mostrar su apoyo a las pruebas de resistencia a las entidades financieras. Además, animó a que las autoridades comunitarias publiquen el resultado de estos exámenes, como ya hicieran el año pasado las estadounidenses, "porque lo piden los mercados". El directivo tambiíén apuntó que el sector necesita "una reducción relevante de la capacidad instalada y la inyección de capital suficiente".
En su opinión, los avances tecnológicos harán que la red de oficinas se convierta en un pasivo para las entidades en el futuro. Y afirmó que el entorno virtual cambiará radicalmente la actividad comercial de los bancos al dotar a los consumidores de mayor poder de elección. La transparencia en la oferta dará lugar, a juicio de González, a una disminución de las entidades y un aumento de su tamaño.
Cuestionado sobre si BBVA emularía a Santander y lanzaría un depósito de una rentabilidad próxima al 4%, González se limitó a replicar que "cada empresa debe tomar medidas según sus necesidades y no es nuestro caso".
