El mercado dio ayer la eníésima prueba de que ningún movimiento es fiable mientras no se rompa al alza o a la baja el rango actual de trading. Europa fue capaz de prolongar las fuertes subidas con que culminó la semana pasada (con la llamativa excepción del Ibex), pero EEUU se vino abajo al cierre y perdió todo lo ganado durante la sesión por culpa de la nueva rebaja del rating de Grecia.
Así, el Dow Jones acabó bajando el 0,2%, el S&P 500 se dejó el 0,18% y el Nasdaq repitió. Un movimiento muy feo que augura una vuelta a los descensos hoy en la apertura europea.
De nuevo, los problemas de Europa ocupan la atención de los inversores. Moody's se encargó ayer de recordar que los problemas no se han acabado con la nueva barra libre de liquidez del BCE y rebajó la deuda griega a nivel de bono basura. Y eso que el euro se mantuvo por encima de los 1,22 dólares conquistados por la mañana gracias a la mejora de la producción industrial en la eurozona.
Por mirar el lado positivo, algunos analistas señalan que la reacción de Wall Street fue bastante moderada comparada con los fuertes bandazos de hace un mes. En cuanto a las empresas, BP sigue en el punto de mira puesto que no tiene caja suficiente para cubrir el fondo de 20.000 millones solicitado por Obama para indemnizar a los afectados por el vertido, lo que puede llevarla a la bancarrota.
El petróleo subió de nuevo hasta 75,02 dólares pero el oro recortó hasta 1.222,8. Los bonos cayeron en precio y su rentabilidad subió hasta el 3,28%.
Hoy martes tendremos los precios de importación, el índice Empire State, las compras por extranjeros de deuda de EEUU y los resultados de Best Buy.
