STRESS TESTS A LA VISTA
De todo lo que está aconteciendo, la única buena noticia que vemos es el anuncio por parte del Banco de España de hacer público el resultado de los stress tests para que los mercados conozcan la situación de las entidades financieras españolas. Gracias a estas pruebas de estríés se harán públicos los deterioros estimados en el balance de las entidades, las necesidades de capital y el aporte de los recursos propios comprometidos.
Podremos hacer lecturas objetivas del nivel de optimismo contable de estas entidades especialmente en la valoración patrimonial de activos que pudiera haberse intentado vestir de verde en los balances que deberían haber estado en rojo. Es bueno que los mercados europeos puedan ver, si así es, que nuestro sistema es robusto. Ahora bien, como eso no sea así de diáfano, el desastre será inevitable.
Se necesita ser claro de una vez, saber en que ha consistido el chanchullo del FROB y exponer públicamente que entidades han acudido a las "fusiones" para salvaguardar una situación insostenible o de insolvencia manifiesta. Pronto lo sabremos. Recordemos que los informes resultantes de esos tests permiten verificar si las entidades financieras españolas tienen previsto disponer de capital para afrontar un futuro aparentemente complejo.
Mientras tanto continúa el debate acerca de si a España la rescatarán, le proporcionarán un plan de liquidez o le concederán un críédito dinámico. En los tres casos el importe es de 250.000 millones de euros y en las tres opciones hablamos de que el FMI, la UE y el Tesoro de los EEUU intervienen tíécnicamente nuestro sistema. Ese dinero sea para una cosa u otra se debe retornar en un tiempo determinado.
El empobrecimiento de nuestro modelo se acelera y el endeudamiento por la via de la ayuda externa se agranda. Para los que niegan la situación habrá que preguntarse ¿porque el interbancario se niega a prestar a la banca española? Si es cierto que todo está controlado, tras esa muestra pública de los stress tests las dificultades deberían desaparecer ipso facto. ¿No?