"Lo más preocupante es el precio de la deuda"
1. Desconfianza. El gran problema de España es que había establecido como motor de sus economía el sector inmobiliario. Ahora lo que está penalizando no es que España tenga un díéficit o un nivel de deuda excesivo (en comparación con otros países no lo tiene), el problema son las previsiones sobre nuestro crecimiento económico. Y lo más preocupante es el precio que hay que pagar por la deuda y el impacto que tiene sobre las empresas españolas.
2. Medidas. No cabe duda que el mercado exigía que tomásemos medidas encaminadas a la reducción del díéficit. Si bien las aprobadas son absolutamente necesarias, no son suficientes. De ahí que de momento no se hayan traducido en una recuperación de la confianza. Tenemos que ser conscientes que el escenario ha cambiado por completo y que hacen faltas medidas que apoyen la creación de empresas, la tecnología y la investigación.
3. Crisis. Si bien puede haber pasado lo peor, quedan años de crecimientos bajos. Hasta que no crezcamos a niveles superiores al 3%, crecimiento mínimo que precisamos para generar empleo, la situación va a seguir siendo complicada.
4. Mercados. Cada vez se habla más de un posible doble suelo en los mercados antes de dar comienzo a la recuperación. No compartimos esa opinión. El tirón de las economías emergentes y los buenos datos macroeconómicos, junto con la publicación de los buenos resultados de las compañías europeas y americanas, nos permiten ser más optimistas.
5. Liquidez. Lo que sí es cierto es que, la situación actual, fruto de la experiencia de los último años, requiere una exigencia distinta a la hora de analizar tanto las operaciones, como los propios riesgos derivados de íéstas-