"A los bancos todavía les falta confianza en las empresas"
1. Desconfianza. Los mercados han dudado de que el sector privado español pueda generar en el futuro la renta suficiente para pagar la deuda que tienen con los bancos. Y un sector privado insolvente implica un sistema bancarios insolvente.
2. Medidas. Sí, son acertadas, pero no suficientes. Los inversores dudan de que el sector privado pueda volver a utilizar rápidamente todos los recursos disponibles de trabajo y capital que ahora están ociosos. Estos recursos se reabsorberán si los empresarios perciben una estructura de costes, laborales y de otro tipo, que prometa beneficios. La reforma laboral deberá facilitar al máximo la flexibilidad de los costes laborales.
3. Crisis. El nivel de actividad caerá en el tercer trimestre, por el alza del IVA y por el fin de las ayudas a la compra de coches. Pero el ritmo de reformas -fiscales, laborales, financieras, pensiones- se ha acelerado dramáticamente y nos hace más optimistas respecto al futuro de lo que íéramos hace dos meses.
5. Liquidez. A los bancos todavía les falta confianza. Confianza en que las empresas y familias pueden y van a devolverlo que se les preste; confianza en que los activos de garantía de los príéstamos van a mantener su valor; confianza en la solidez patrimonial y solvencia de los propios bancos que prestan. El grifo del críédito se abrirá cuando haya un claro repunte del empleo y un cambio de tendencia en los precios de los activos de garantía (vivienda, suelo).