Siete días quedan para que se decida en una junta general de accionistas el futuro de Vivo, la operadora de telefonía móvil brasileña por la que suspira Telefónica. La portuguesa ha contratado los servicios de Morgan Stanley para defenderse del ataque de la española, a quien BBVA, su primer accionista, le aconseja elevar la oferta en 500 millones, hasta los 7.000.
El banco, que tiene algo más del 6% de la multinacional española, explica en un informe remitido por su equipo de analistas que “seguimos pensando que Telefónica tendrá que darle una nueva vuelta de tuerca al precio con el objeto de conseguir un apoyo masivo por parte de los accionistas de Portugal Telecomâ€. A esta conclusión llegó el banco despuíés de que Cíésar Alierta mejorase en 800 millones su primera propuesta de 5.700 millones por el 50% de Vivo.
Para BBVA Research, subir la oferta hasta los 7.000 millones apenas tendría un impacto negativo, que se vería reflejado en un ligero aumento de la deuda respecto al beneficio operativo, que pasaría de una ratio de 2,30 a 2,33 veces. Un problema menor que se compensaría con creces por la estimación de sinergias de la posterior integración entre Vivo y Telesp, la filial de telefonía fija de Telefónica en Brasil. BBVA estima ese ahorro de costes en 3.600 millones de euros
Los analistas de la entidad presidida por Francisco González justifican el aumento de la oferta hasta los 7.000 millones “por el enorme interíés estratíégico de la operaciónâ€, especialmente tras la reciente fusión entre Telemar y Brasil Telecom y la OPA de Amíérica Móvil sobre Telint, transacciones que darán lugar a dos operadores integrados. Justo lo que persigue Telefónica con la compra de Vivo
Por este motivo, BBVA explica que “todo lo que suponga esperar, es una píérdida de tiempoâ€. Y, por ello, considera que Telefónica debe de lanzar “su última tentativa sobre el mejor activo de telefonía móvil en Brasilâ€. El cierre de la operación debe ser positivo para la acción del grupo participado tambiíén por La Caixa, ya que despejaría las incertidumbres sobre opciones alternativas más preocupantes –una OPA sobre el 100% de PT-, y consolidaría definitivamente la posición en Brasil con un 30% de cuota en móviles y 26% en fija.
“La operación deriva de la importancia estratíégica de contar con un operador integrado en Brasil a largo plazo. Y eso tiene poco que ver con los resultados actuales de VIVO o Telesp. Es una manera de entender el negocio. Y el momento de hacerlo, en vista del entorno macro, y como se ha movido la competencia, no se puede demorar másâ€, sentencia el informe.
En el caso de que Telefónica subiera finalmente su propuesta en 500 millones más, BBVA afirma que el rechazo sería muy complicado para los accionistas del grupo luso. Sin embargo, PT se lo va a poner difícil a Telefónica. El pasado lunes consiguió evitar la votación del dividendo extraordinario propuesta por el grupo español en la junta del día 30, movimiento con el Alierta pretendía dividir a los inversores. Además, la portuguesa no decidirá hasta el último día si permite a Telefónica votar por su 10% del capital, medida que puede tener mucha incidencia en el resultado de la OPA.
Por si fuera poco, Portugal Telecom negocia contratar los servicios de Morgan Stanley –ya tenía como asesor a Merrill Lynch- para reforzar su frente contra Telefónica. El grupo español cuenta con el apoyo de Credit Suisse y de UBS, que tiene un 2,2% del capital de PT. En el banco americano han declinado hacer ningún comentario, mientras que en el operador luso no han respondido a la pregunta de este medio.