Valores españoles a tiro de opa
por A. Redondo en Expansión
Vuelven las apuestas a la bolsa española. El fuerte varapalo sufrido por muchos valores en los últimos meses, al calor de los temores sobre la economía, ha captado la atención de muchas empresas.
Los expertos indican que hay un conjunto de valores españoles que podrían resultar interesantes para compañías extranjeras.
Como requisitos fundamentales para entrar en las quinielas de los movimientos corporativos, los expertos señalan el precio (ver información adjunta). Muchas compañías cotizan por debajo de su precio en libros (valor reflejado en los libros de contabilidad). Esta situación muestra que “el mercado está penalizando al equipo gestor†de la empresa, indica Eduardo Ripollíés, responsable de gestión de patrimonios de CapitalatWork. Y, además, abre las puertas a los compradores, dicen los analistas.
Sectores en el foco
El sector financiero y las pequeñas empresas copan las apuestas de los expertos. Sobre el primero, indican que está en pleno proceso de reestructuración, por lo que no sería de extrañar que algún actor internacional decidiera entrar en esta transformación. Miguel Paz, de Unicorp, indica que la banca mediana no está en una situación tan mala como se cree y que ya ha dejado la peor parte de la crisis atrás, lo que la hace más atractiva.
En este sector, Popular y Bankinter suenan como los dos grandes favoritos para recibir una oferta. Paz apunta que recientemente ha entrado capital extranjero en Bankinter, y que no sería extraño que algún banco se interesase por íél. Los analistas consideran que Críédit Agricole, que ya posee un 20% de la entidad que preside Pedro Guerrero, es el principal candidato a hacerse con Bankinter.
Ripollíés ve esta operación con más escepticismo, ya que el banco galo tiene ahora un importante frente abierto en Grecia con una de sus filiales, y cree que, antes de comenzar una operación, buscará solucionar sus problemas helenos.
En cuanto a Popular, los analistas indican que cotiza barato, lo que podría atraer a posibles compradores. Desde que comenzó la crisis, pierde cerca un 63%, que equivale a unos 10.500 millones de su capitalización.
En cuanto a su valor en libros, cotiza a 0,7 veces, por debajo de la media del sector financiero internacional. Además, Miguel Freijo, de IG Markets, apunta que Popular ha gozado siempre de uno de los mejores ratios de eficiencia dentro del sector. Los expertos indican que las participaciones de los accionistas de referencia no llegan al 40%, lo que permitiría la entrada de un nuevo socio que controlase la entidad.
Lista de candidatos
Más allá de la banca, Freijo ve a Gamesa como una candidata a ser opada. El experto indica que, aunque es uno de los líderes mundiales en energía eólica, “su tamaño es razonable para poder ser opado por cualquier otra empresa grande del sectorâ€. En los últimos dos meses ha perdido 800 millones de capitalización bursátil (un 30% de su valor), ya que “las últimas medidas tomadas (y no tomadas) por parte del Gobierno español en materia de renovables están creando mucha volatilidad e incertidumbre en las cotizaciones de estas compañíasâ€, apunta.
Tambiíén podría situarse en la diana FCC. Ripollíés indica que, por precio en libros y por precio/ventas es una opción interesante. Tiene una capitalización inferior a los 2.500 millones, lo que facilita una posible compra. Como trabas, el experto apunta la estructura accionarial (Esther Koplowitz posee el 54%) y el alto nivel de deuda de la empresa.
En cuanto a Indra, “tiene ratios atractivos de valoración, con bajo nivel de endeudamiento y un PER [relación precio/beneficio por acción] en línea con el mercadoâ€, apunta Ripollíés. Los accionistas de referencia son Gas Natural, Unión Fenosa, Caja Madrid y la familia Del Pino, todos ellos “a otras cosas actualmenteâ€, según los analistas, por lo que una opa podría triunfar.
Iberdrola y Repsol tambiíén podrían ser atractivas para un inversor extranjero. Cotizan a precios baratos (tienen un PER de 10,1 y 10,3 veces, respectivamente, frente a la media histórica de 15 veces del Ibex), tienen negocios sólidos y ofrecen una interesante vía de acceso a una de las zonas de mayor crecimiento mundial: Latinoamíérica. Sin embargo, tienen una capitalización más exigente y es improbable que los accionistas de referencia quieran vender (Sacyr Vallehermoso en la petrolera y ACS en la elíéctrica).
En el índice General
Dentro del espectro de empresas del índice General, los analistas identifican cuatro compañías con opciones para ser opadas. Iberpapel es una de ellas.
Ripollíés indica que tiene buenos ratios de valoración, un bajo nivel de deuda y además el núcleo accionarial no supera el 20%. Los mismos argumentos esgrime para Nicolás Correa. En el año, la primera gana un 11,48%, mientras que la segunda cae un 38,26%.
En cuanto a Fersa, cotiza a 0,49 veces su precio en libros, tiene un bajo nivel de deuda y una estructura accionarial que podría ver con buenos ojos una oferta. Ripollíés añade que es atractiva por “su potencial de cartera de proyectos internacionalesâ€.
Por último, Víértice 360º es atractiva por valoración, por nivel de endeudamiento y cuenta con un factor adicional para los compradores: su accionista de referencia, Ezentis, ha dejado clara su intención de salir de la compañía audiovisual.
Radiografía
Los expertos apuntan que las cotizadas deben cumplir una serie de requisitos para ser atractivas para posibles compradores.
Capitalización
El mercado de críédito sigue tensionado, por lo que las grandes compras son más difíciles de llevar a cabo. Los analistas creen que una empresa de menos de 2.500 millones de capitalizacion sí es asequible.
PER
Es la relación precio/beneficio por acción, en veces. Las caídas de la bolsa han dejado a muchos valores a precios muy atractivos.
Valor en libros
Esas mismas píérdidas bursátiles han provocado que muchas empresas coticen por debajo del precio de sus activos.
Deuda
Los valores muy endeudados pierden atractivo ante las posibles complicaciones por amortizaciones o intereses de esos compromisos.
Estructura accionarial
Los expertos apuestan por compañías que no tengan un núcleo fuerte de accionistas.