El cierre de Garoña supone el primer escollo para el pacto de la energía
Agencias - Madrid - 26/06/2010
El jueves, PP y PSOE enterraron el hacha de guerra en el tema energíético y presentaron su intención de sellar un futuro pacto por la energía durante cuya negociación no iban a existir "líneas rojas". Afirmaron que iban a comenzar la negociación enseguida porque la situación está "madura", despuíés de "limar" puntos de desencuentro.
Para el viernes, sin embargo, ya se planteaban las primeras diferencias entre las posiciones de los partidos. El presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, avanzó que tiene previsto pedir al Gobierno la revisión del cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que está planificada para 2013. En un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, se preguntó: "¿Por quíé un hombre cierra una central nuclear contra el criterio de todo el mundo? Si es peligroso, que cierre todas". "Hay que hacer un nuevo mix con los costes reales de cada fuente de energía y llegar a un acuerdo con todos los operadores", dijo.
"La política energíética de España en los últimos tiempos consiste en la subida de la luz y en un lío monumental, todo basado en prejuicios, supuestas ideologías y demagogias baratas", aseguró. En este sentido, "lo primero que hay que hacer" dentro del proceso de negociación es "parar esa dinámica". "Ahora hay que establecer las reglas del juego, acabar con el desorden, la incertidumbre y los prejuicios ideológicos", dijo.
Preguntado por si está dispuesto a suprimir las primas a las renovables, Rajoy consideró, según recogía Europa Press, que se trata de un "tema delicado". Su deseo, dijo, es que el díéficit de tarifa "no sea mayor". "Hay que hablar para encontrar una salida a este asunto", añadió.
Poco razonable para el PSOE
En respuesta a estas declaraciones, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, consideró poco "razonable" que el Partido Popular ponga "de entrada" condiciones "tan radicales" antes de iniciar la negociación.
La inclusión de la revocación del cierre en las negociaciones, indicó, es "un asunto que hay que hablar". "Confío en que haya diálogo y se valoren todas las propuestas para que podamos llegar a un acuerdo", añadió.
De la Vega advirtió además de que "todas las partes tienen que asumir alguna renuncia", porque "todos los pactos son así". Aseguró que la posición del Gobierno en esta materia es "clara". El ministro de Industria, Miguel Sebastián, señaló a RNE que el Gobierno sigue manteniendo su negativa a más centrales.
La organización ecologista Greenpeace aseguró que si el Gobierno revisa la orden de cierre de Garoña, "traicionaría totalmente su programa electoral y energíético".