La petrolera hispano-argentina Repsol YPF y dos empresas socias anunciaron la inversión de 500 millones de dólares que serán utilizados inicialmente en la construcción de una planta de gas que permitirá aumentar la producción y cumplir con los niveles de exportación a la Argentina.
"La construcción de la planta nos va a permitir concretar los importantes objetivos que hemos plasmado en el programa de inversiones de aumentar la producción, garantizar el abastecimiento del mercado interno y cumplir los compromisos con el mercado externo, en este caso Argentina", dijo el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas al diario La Razón el sábado.
El presidente de Repsol en Bolivia, Luis García, firmó un contrato con el ejecutivo de la empresa Tíécnicas Reunidas, Josíé Luis Gutiíérrez Rexach, para la construcción de una nueva planta de procesamiento de gas en el sur que permitirá aumentar la capacidad actual de producción de dos millones de metros cúbicos diarios de gas a ocho millones desde el 2012 y hasta 14 millones en el segundo semestre de 2013.
Repsol comparte los campos de Margarita y Huacaya, ubicados al sur boliviano, con las firmas British Gas y Pan American Energy (PAE).
"Las tres empresas que forman parte del consorcio reafirmamos nuestro compromiso que tenemos con el país. Con esto acompañamos lo que siempre manifestó el presidente (de Bolivia) Evo Morales, de que quería socios para el desarrollo del gas", señaló García tras firmar el documento.
La planta será de procesamiento de gas en el megacampo gasífero de Margarita que permitirá cumplir con un agregado al contrato que firmaron las petroleras estatales de Bolivia, YPFB, y de Argentina, Enarsa, a finales de marzo.
El agregado consiste en que la exportación de gas boliviano a Argentina, desde los 7,7 millones de metros cúbicos al día que actualmente se exporta, aumente hasta unos 27,7 millones de metros cúbicos diarios.
Repsol YPF abastece a consumidores locales y a Argentina, el segundo mercado importante para Bolivia despuíés de Brasil.
Con la nacionalización de los hidrocarburos en mayo de 2006 el gobierno obligó a una docena de multinacionales a renegociar sus contratos para convertirse en operadoras de la estatal YPFB. Repsol fue la primera en aceptar las nuevas reglas y se asoció con el estado boliviano.