Por... LISA LEFF y GREG BLUESTEIN
NUEVA ORLEANS -- Una tormenta tropical en el Caribe podría sumarse a los varios reveses que los equipos especializados de la BP han enfrentado para contener y limpiar la fuga masiva de crudo que persiste desde hace más de dos meses en el Golfo de Míéxico.
Es muy prematuro señalar la posible dirección que tomará la tormenta tropical Alex o en quíé magnitud afectará a la marea negra o al torrente de crudo que escapa del pozo submarino en la región, dijeron el sábado los meteorólogos.
Sin embargo, el almirante Thad Allen de la Guardia Costera advirtió que cualquier tormenta con vientos de más de 74 kph (46 mph) obligaría a abandonar las tareas en la zona. Una flota de barcos realiza diversas acciones frente a la fuga de crudo, incluida la perforación de dos pozos de alivio que estará concluida a mediados de agosto.
Los pronósticos anuncian que la tormenta Alex pasará sobre la península de Yucatán en Míéxico y no llegaría al norte del Golfo, pero las autoridades la vigilan de cerca.
"Todos sabemos que el clima es impredecible y que podríamos tener un cambio repentino, de último minuto", dijo Allen.
Los planes de emergencia determinan que los trabajadores y equipos deberían dejar la zona de tareas cinco días antes de que lleguen los vientos más fuertes. Entre 261 millones y 500 millones de litros de crudo han escapado al mar por el pozo submarino desde la explosión del 20 de abril de la plataforma de perforación Deepwater Horizon, en la que murieron 11 trabajadores.
Cerca de 39.000 personas y 6.000 barcos trabajan en el área inmediata del pozo, en el resto del Golfo y en la costa para limitar el derrame y recoger el crudo, proteger las regiones costeras y limpiar las playas afectadas.
A decir de los expertos, los pozos de alivio son la alternativa más viable para detener el desastre petrolero más grave en la historia de Estados Unidos.
La perforación de los pozos de alivio avanza hacia su objetivo por cuatro kilómetros (2,5 millas) de roca, dijo el viernes la gigante petrolera.
Tras una prueba, los equipos especializados confirmaron que las perforaciones emprendidas a principios de mayo avanzan en la dirección correcta. Los expertos utilizan un aparato que detecta el campo magníético que emite el tubo de encofrado del pozo del que escapa el petróleo.
"En palabras para los no expertos, 'vamos por donde sabemos que debemos ir'", manifestó el portavoz de la BP, Bill Salvin.
Cuando alguna de las perforaciones intersecte el pozo averiado, hacia íéste se bombeará cieno pesado para frenar la fuga y despuíés se le sellará con cemento, según la BP.
A pesar de las noticias alentadoras, las acciones de la BP perdieron el viernes 6%, su mayor baja en 14 años, ante las versiones de que ha gastado 2.350 millones de dólares para afrontar el desastre.
La BP ha perdido más de 100.000 millones de dólares en valor de mercado tras el desastre de su plataforma de perforación para aguas profundas y sus acciones valen menos de la mitad del promedio de 60 dólares que tenían el día de la explosión.
Si la tormenta se dirige hacia el Golfo de Míéxico, aumentarán sus problemas.
Los meteorólogos no podían determinar aún si Alex, que el sábado tenía la categoría de tormenta tropical, azotará la región nordeste del golfo, donde se propaga la marea negra desde hace 10 semanas.
La mayoría de los modelos de pronóstico de tormentas muestran que Alex se desplazará el fin de semana por la Península de Yucatán y llegará el lunes al sur del Golfo de Míéxico. ¿Hacia dónde Alex se dirigirá despuíés?, es la gran pregunta.