Las grandes fortunas españolas están reaccionando con rapidez a la renovada presión de Hacienda para repatriar los patrimonios ocultos en paraísos fiscales.
La revelación de los datos de hasta 1.500 clientes españoles de HSBC en Suiza, con cerca de 6.000 millones de euros, y la firma de convenios de doble imposición con países como Andorra han hecho que los grandes capitales que no quieren que afloren sus fortunas ocultas se fijen en mercados como Panamá –con especial hincapiíé–, Singapur, Costa Rica, Uruguay y Gibraltar.
“Algunos grandes patrimonios optan por llevar su dinero a estas jurisdicciones. Pero España sabe dónde están estos capitales y está negociando conveniosâ€, explica Brian Leonard, socio de fiscalidad internacional de Deloitte Abogados y Asesores Tributarios, consultora que no trabaja con clientes que no revelen el cien por cien de sus datos fiscales.
De hecho, Hacienda mantiene actualmente negociaciones con Panamá, Gribaltar –en fases iniciales–, Hong Kong y Singapur para lograr acuerdos de intercambio fiscal. En los últimos años, ya los han alcanzado con Andorra, Suiza, Bahamas y Jamaica.
Ganar tiempo
Aunque el Gobierno español mantenga estas negociaciones con los centros offshore (como se conoce a los paraísos fiscales), con esta estrategia los defraudadores ganan tiempo para evitar tener que hacer frente incluso a delitos penales.
“Los países con un secreto bancario arraigado están viendo que los tiempos cambian hacia el intercambio información. Por ejemplo, a partir del 1 de enero de 2011 probablemente Suiza intercambie información con otros países, con ciertos límites y requisitos estrictos, pero con mayor amplitud que ahora. Esta tendencia mundial puede generar incertidumbre en gente que tenga dinero en estos centros, y debería llevar a reflexionar sobre la conveniencia de regularizar su situaciónâ€, asegura Carlos Ferrer, socio de fiscalidad financiera de Cuatrecasas.
Aún así, los clientes que están tomando este camino son los menos. El principal destino de este dinero estaría siendo Panamá, a pesar de las negociaciones que tiene en marcha el Gobierno español. Este mercado ofrece dos principales ventajas a los clientes nacionales: el secreto bancario y unos costes muy inferiores a los de las entidades suizas; y el idioma. Como desventaja, tiene la distancia que hay entre Panamá y España.
Otros destinos
La misma pega tiene Singapur, otro de los paraísos fiscales que más atractivo ofrece a los grandes patrimonios españoles. Tanto este centro offshore como Hong Kong son dos de los paraísos que más han crecido en los últimos años de la mano del crecimiento de las grandes economías asiáticas.
Por su parte, Uruguay ha sido otro de los paraísos fiscales para grandes capitales españoles, sobre todo aquellos con intereses económicos en Latinoamíérica, aunque una reforma propuesta recientemente por el Gobierno uruguayo podría acabar con el secreto bancario en el país.
El último destino preferido por los grandes capitales españoles es Costa Rica, que fue incluida en la lista de paraísos fiscales de la OCDE el año pasado y por parte de Francia a comienzos de 2010.
Sea como sea, los expertos advierten de que los nuevos paraísos fiscales que están seleccionando los grandes patrimonios suponen mayores riesgos que los que empleaban hasta ahora, como los europeos, por la posibilidad de un desestabilización del país (ver información adjunta).
Paraísos con riesgo país
El movimiento de capitales que están realizando los grandes patrimonios españoles lleva implícito un peligro añadido: el riesgo país. Muchos de los países en los que están refugiando su dinero estos inversores tienen una menor seguridad jurídica que otros como Suiza o Andorra, de forma que un cambio legal podría dejarles sin su capital. Hay que tener en cuenta además que, en muchas ocasiones, los grandes patrimonios llevan su dinero a estos países a travíés de sociedades en las que ellos figuran indirectamente, precisamente para evitar tributar por ello. “Se abre un nuevo panorama para los evasores de capitales: a partir de ahora si quieren dejar de tributar por su dinero van a tener que correr riesgosâ€, señalan fuentes de una entidad española.
Patrimonio
Se calcula que los grandes patrimonios españoles tienen entre 60.000 y 100.000 millones de euros en paraísos fiscales. A nivel mundial, estos centros financieros administran alrededor de siete billones de euros.