Amancio Ortega no teme al riesgo y se lanza a por deuda española
por Javier Romera en El Economista
Las emisiones de deuda se han convertido en un quebradero de cabeza para el Gobierno. Tras las últimas rebajas de la calificación por parte de Fitch y Standard & Poor, el diferencial que nuestro país con el bono alemán se ha ampliado y el Estado tiene que pagar así cada vez más para poder atraer a los inversores.
El interíés por el bono a diez años se paga ya a un tipo del 4,4% y, pese a que se ha reducido algo en los últimos días, el diferencial con Alemania sigue manteniíéndose en el nivel más alto de las últimas díécadas: en 184,7 puntos. Todo ello no impide, sin embargo, que siga habiendo inversores atrevidos capaz de jugársela si la rentabilidad merece la pena.
Uno de ellos es Amancio Ortega, fundador, presidente y principal accionista de Inditex, el grupo gallego propietario de Zara. Considerado el hombre más rico de España y una de las diez grandes fortunas del mundo, Ortega está invirtiendo en deuda española a travíés de sus tres sicavs o sociedades de inversión en capital variable: Keblar, Alazán y Gramela.
De acuerdo con los datos remitidos a la CNMV, en el primer trimestre del año su inversión en bonos, letras y obligaciones del Estado se eleva ya a casi 83 millones de euros, lo que supone un 23 por ciento más respecto a los 66 millones que tenía invertidos al cierre del último ejercicio.
Reduce e Alemania
Lo que llama la atención es que Amancio Ortega, que tiene tambiíén una pequeña inversión en deuda pública francesa, está reduciendo en cambio su inversión en Alemania.
Aunque hoy por hoy el Estado germano sigue siendo uno de los más fiables de toda la Unión Europea, con unos compromisos de pago absolutamente garantizados, puesto que tiene menor riesgo, su rentabilidad, lógicamente, es menor. Frente a su inversión en España, a 31 de marzo de este año, Ortega tenía tan sólo 2,55 millones de euros en el Tesoro alemán. Menos de la mitad, eso sí, de lo que sumaba tan sólo tres meses antes.
El precedente
Ortega no es, sin embargo, el único que decide jugarse sus inversiones en países de alto riesgo. El precedente más inmediato lo encontramos en Isak Andic, fundador y presidente de Mango, que puede presumir de ser un empresario valiente. Tal y como publicó elEconomista el pasado 24 de abril, Andic ha decidido jugarse tambiíén gran parte del patrimonio de sus sicavs (sociedades de inversión) en renta fija de los países con mayor riesgo de Europa -Portugal, Grecia, Italia y España-, a los que la prensa financiera británica ha catalogado ya como los PIGS, apostando especialmente por los dos primeros.
Sus sicavs tienen el 60% de su patrimonio, que se eleva a 240 millones de euros, invertido en deuda pública de estos cuatro países