El Gobierno sopesa una subida del IRPF para el año que viene. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, reconoció ayer que trabaja con la posibilidad de un "modesto ajuste" en el impuesto de la renta, aunque insistió en que tendría carácter transitorio y elevaría "apenas unas díécimas" la presión fiscal. El objetivo: gravar más a los contribuyentes con mayor renta.
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, afirmó ayer que el Gobierno está estudiando en la actualidad un "pequeño, modesto y muy limitado" ajuste en el impuesto sobre la renta de las personas físicas para el próximo año, aunque subrayó que, hasta el momento, todavía no se ha llegado a tomar ninguna decisión al respecto. En declaraciones a Efe, Ocaña indicó que cualquier ajuste que se haga en materia impositiva supondrá "apenas unas díécimas" dentro de la presión fiscal y no se hará con carácter inminente, sino que se incluiría en los Presupuestos Generales del Estado de 2011. El secretario de Estado subrayó la voluntad de no hacer coincidir una posible subida con el momento actual "cuando se va a aumentar el IVA". A la espera de mayor concreción, fuentes de la administración reconocieron a CincoDías que el Ejecutivo busca un retoque al alza del tipo de gravamen estatal para las rentas más altas, en línea de lo que ya han hecho algunas comunidades respecto al tramo autonómico del impuesto.
Ocaña incidió "con rotundidad" en que "no hay escondido en el cajón ningún cambio de gran calado" en el tributo. En todo caso, admitió la posibilidad de que se produzca algún ajuste que garantice una "cierta equidad y justicia" en el reparto de los costes de la crisis económica, y añadió, en este sentido, que hay muchas opciones sobre la mesa, sin que ninguna decisión estíé adoptada aún. El Gobierno socialista pretende compensar de alguna manera la impopularidad de medidas como la congelación de las pensiones, incluida en el plan de ajuste fiscal en el que tambiíén se reducía la remuneración de los funcionarios y se suprimía el cheque bebíé, entre otras medidas para ahorrar 15.000 millones de euros. Poco despuíés de aprobar aquel decreto, diversos miembros del Ejecutivo comenzaron a hablar de un "impuesto para ricos" que todavía no se ha concretado.
Carácter transitorio
Ocaña emplazó al mes de septiembre para conocer el contenido de esas medidas sobre el IRPF que, insistió, no van a suponer modificación importante de la presión fiscal. Además, íéstas tendrían carácter transitorio "para asegurar de que los costes del ajuste fiscal se reparten de una forma equitativa entre todos los españoles". El secretario de Estado recalcó que la posibilidad de poner en marcha una carga fiscal mayor para las rentas más altas no tiene que ser necesariamente mediante una nueva figura impositiva, sino que se puede hacer con impuestos ya existentes. En la actualidad el tipo máximo de gravamen en el IRPF se encuentra en el 43% para contribuyentes con rentas del trabajo, ahorro y de actividades económicas y profesionales superiores a los 53.000 euros al año.
Ocaña tambiíén se refirió a la posibilidad de recuperar el impuesto sobre patrimonio y señaló que si se elevara el límite a partir del cual hay que pagar este tributo "el impacto recaudatorio se reduciría más que proporcionalmente".
Seis comunidades autónomas ya lo han hecho
La subida del IRPF a los que más ganan se ha convertido en una suerte de competición que parece no tener fin y que está enfrentando fiscalmente a las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE y el PP.
Hasta el momento, hay seis comunidades autónomas (Cataluña, Baleares, Asturias, Cantabria, Andalucía y Extremadura) que se han atrevido a establecer incrementos impositivos a las rentas más altas. El techo más alto lo ha establecido Cataluña, con dos nuevos tramos de IRPF para los que presenten una base liquidable (salario bruto menos rendimientos del trabajo y cotizaciones sociales) mayor de 120.000 euros y 175.000 euros, respectivamente.
Ese umbral baja hasta los 100.000 euros en el caso de Baleares, Asturias y Cantabria y hasta los 80.000 en Andalucía. El nivel más bajo se ha aprobado en Extremadura, con cuatro nuevos tramos para aquellos contribuyentes cuyas rentas superen los 60.000 euros.
Todo lo contrario que lo sucedido en las regiones del PP, ya que cuatro de ellas (Madrid, La Rioja, Comunidad Valenciana y Murcia) aprobaron rebajas selectivas del IRPF en el tramo autonómico desde 2007.
Pero la voracidad recaudatoria no se ha limitado al IRPF. Extremadura, Cataluña, Baleares, Asturias, Cantabria y Andalucía han anunciado o lo van a hacer inminentemente un incremento en el en el impuesto de transmisiones patrimoniales, que grava la compraventa de viviendas usadas. A ello se une la apuesta de Extremadura y Andalucía por establecer el cíéntimo sanitario, que grava el consumo de carburante en cada comunidad.
Claves
-La recaudación por IRPF aumentó un 3,6% hasta mayo en comparación con el mismo periodo de 2009 por la eliminación parcial de la deducción de 400 euros.
-El tipo marginal más elevado queda establecido en Cataluña con un 47%, mientras que los más bajos están situados en Madrid y La Rioja (42,9%).
-Más de 750.000 contribuyentes declaran obtener ingresos superiores a 60.000 euros, según la Agencia Tributaria.