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Autor Tema: ífrica, nuevo destino de inversión...  (Leído 308 veces)

OCIN

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ífrica, nuevo destino de inversión...
« en: Julio 07, 2010, 09:14:33 am »
Dos grandes empresas de consultorí­a financiera, McKinsey y BCG, coinciden en que ífrica es el lugar más rentable para invertir en estos momentos. Y no sólo ífrica proporciona las mejores tasas de crecimiento. Los análisis tambiíén muestran que las inversiones en ífrica entre 2000 y 2009 han dado los mayores beneficios en todo el mundo.

Muchos inversores todaví­a se muestran reacios hacia ífrica, ví­ctima de una anticuada imagen de un continente afectado por guerras, corrupción, inestabilidad polí­tica, caos financiero, pobreza y sufrimiento. Pero las cifras reales demuestran, sin embargo, que los inversores están abriendo sus ojos a la realidad africana y acercándose al continente.

Un nuevo informe realizado por Boston Consulting Group (BCG) muestra que los inversores que depositaron su confianza en ífrica ya en 2003 obtuvieron beneficios muchos mayores que los que invirtieron en mercados más convencionales. Entre 2003 y 2008, las inversiones de empresas lí­deres en ífrica produjeron más del doble de beneficios en comparación con las inversiones de empresas en EEUU, Asia oriental o Europa.

En la última díécada, afirma el informe de BCG, la economí­a africana "ha comenzado a emerger. Numerosas compañí­as africanas han estado compitiendo y desarrollándose a una rápida expansión en la economí­a global". BCG habí­a identificado a 40 empresas africanas de rápido crecimiento con aspiraciones globales, como ejemplo de la vibrante economí­a del continente.

Y el informe de BCG explica las claves "del íéxito" para los desafí­os a los que se enfrenta ífrica. "En primer lugar se benefician de hacer negocios en un lugar con muchas ventajas nativas, incluidos los recursos naturales, la mano de obra barata, y una población en rápido crecimiento que está comprometida con la tecnologí­a".

En segundo lugar, el informe dice que las empresas en ífrica "disfrutan de un ambiente empresarial beneficioso que incluye la desregulación del mercado, las polí­ticas nacionales de desarrollo económico, y los precios de los productos básicos que, durante la mayor parte de la última díécada han ido en aumento".

"Por último, comparten la mentalidad desafiante - el deseo de ser valientes y reconocer que un entorno económico desafiante es una oportunidad para ser creativos y expandirse a nivel internacional", sostiene el análisis de BCG. Una visión empresarial a largo plazo "que no buscan ganancias rápidas" y una creatividad sobresaliente caracteriza tambiíén a las empresas africanas, subraya.

Pero los desafí­os africanos tambiíén han podido surgir debido al fuerte crecimiento económico experimentado en el continente durante la primera díécada de este milenio. El "renacimiento de ífrica" conjurado por los dirigentes africanos se ve, en efecto, materializando a travíés de duras reformas económicas y la determinación de hacer de la democracia, la transparencia y la estabilidad polí­tica la norma habitual en el continente africano.

Y, en efecto, ífrica es el continente que logró hacer frente a la crisis mundial de la mejor manera. "Mientras que la Gran Recesión contrajo a la mayorí­a de las economí­as, ífrica fue capaz de crecer. En 2009, el PIB del continente creció un 2 por ciento, mientras que el PIB caí­a un 4 por ciento en Estados Unidos, un 2,8 por ciento en la Unión Europea, y un 1,5 por ciento en Amíérica Latina, puntualiza el informe de BCG.

"Las principales economí­as de ífrica - que llamamos 'Leones Africanos' - lo están haciendo relativamente bien", dice el informe, diferenciando la evolución en el continente. "Entre los Leones se encuentran Argelia, Botsuana, Egipto, Libia, Mauricio, Sudáfrica y Túnez, y su PIB per cápita supera al de los paí­ses BRIC: Brasil, Rusia y China. En 2008, el PIB per cápita de estos dos grupos fue de 10.000 y 8.000 dólares, respectivamente".

"En tíérminos de esperanza de vida, alfabetización, educación, y nivel de vida, los Leones Africanos son comparables a los paí­ses BRIC y los tigres asiáticos (Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam). La estabilidad polí­tica de los Leones es similar a la de los paí­ses BRIC y es mucho mayor que la de los tigres asiáticos, mientras que la facilidad de hacer negocios es más o menos similar en los tres grupos de paí­ses", según el informe de BCG.

Un análisis de 82 páginas realizado en junio de 2010 por McKinsey Company, empresa lí­der de consultorí­a de EEUU, profundiza aún más profundo en el progreso y el "potencial" de los Leones Africanos. No sólo confirma los enormes progresos alcanzados durante la última díécada, sino que tambiíén prevíé una continuación del auge de ífrica, haciendo del continente una potencia económica durante las próximas díécadas.

De hecho, por primera vez en la historia, ífrica se ha convertido en una economí­a de importancia. El PIB colectivo de ífrica, de 1.600 billones de dólares en 2008, es ahora aproximadamente igual al de Brasil o Rusia. Incluso el mercado de consumo de ífrica es ahora de importancia mundial. Mientras que ífrica todaví­a tiene menos habitantes que India, cuenta con una mayor población de clase media y hogares con ingresos medios que India.

ífrica experimentó un pobre crecimiento en la díécada de 1980 y 1990, cuando todaví­a la mentalidad colectiva del mundo occidental tení­a una imagen negativa de ífrica. "Pero en algún momento a finales de 1990, el continente comenzó a moverse", señala en su introducción el informe de McKinsey.

"Hoy en dí­a, mientras las economí­as de los tigres asiáticos continúan expandiíéndose rápidamente, prevemos el posible aumento económico de los Leones Africanos en el futuro", concluyen los analistas de McKinsey. Ya actualmente, "la llegada de inversión extranjera a ífrica es mayor que en cualquier otra región en desarrollo", concluye el informe, coincidiendo con el estudio de BCG.

El anexo estadí­stico al informe McKinsey ofrece impresionantes datos sobre el aumento del periodo emergente de ífrica, iniciado en el perí­odo 2000-2008. Durante ese tiempo, sólo cinco paí­ses africanos se ven afectados por el clichíé del caos y el estancamiento, con un crecimiento medio del PIB cercano a cero o incluso negativo: República Centroafricana, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Liberia y Zimbabue.

Los restantes 48 paí­ses africanos mostraron tasas de crecimiento anuales de entre el 2 y el 21 por ciento. 38 de los 53 paí­ses del continente presentan tasas anuales de crecimiento del PIB del 4 por ciento o incluso más durante todo el perí­odo, muy superior al crecimiento de su población y, de este modo, tambiíén está aumentando rápidamente su PIB per cápita. Una considerable clase media, por lo tanto, está a punto de surgir en la mayor parte de ífrica.

Si bien algunas de las mayores tasas de crecimiento durante las últimas díécadas se han registrado en las naciones exportadoras de petróleo - el PIB de Guinea Ecuatorial creció un promedio anual del 21 por ciento, Angola un 13 por ciento - el repentino e inesperado auge general en ífrica se debe a una diversificación de las economí­as nacionales.

El fuerte crecimiento económico, de hecho, se ha registrado en la mayorí­a de las naciones africanas. Las economí­as de posguerra en ífrica han conseguido poner fin a muchos de sus peores conflictos armados y se están recuperando rápidamente, con el crecimiento medio anual en Sierra Leona llegando a un impresionante 11 por ciento desde 2000 hasta 2008, así­ como el caso de economí­a petrolera en Angola despuíés de la guerra vivida en este paí­s. La economí­a posterior al genocidio en Ruanda creció un 7 por ciento cada año, mientras que paí­ses como Mozambique y Uganda incluso llegan a un 8 por ciento.

El informe de McKinsey subraya que incluso los paí­ses con economí­as nacionales en "pre-transición" - aún en gran medida dependientes de la agricultura - están creciendo rápidamente y han comenzado a diversificarse. La economí­a de Etiopí­a creció un impresionante 8 por ciento cada año en este perí­odo, mientras que las economí­as de Malí­ y Burkina Faso economí­as crecieron un 6 por ciento.

Un gran número de paí­ses se consideran "en transición" hacia una economí­a diversificada. La mayorí­a de estas naciones pueden mostrar unas tasas de crecimiento duradero y alto en el perí­odo 2000-2008, entre ellos Tanzania (7 por ciento), Ghana (6 por ciento), Zambia (5 por ciento), Camerún, Kenia, Madagascar y Senegal (4 por ciento).

Varias economí­as africanas ya se consideran "diversificadas", con una tasa de PIB de manufactura y servicios que excede el 70 por ciento. Estos incluyen Cabo Verde, Egipto, Lesotho, Mauricio, Marruecos, Namibia, Sudáfrica y Túnez. Todas estas economí­as diversificadas crecieron un 6,4 por ciento anual en dicho perí­odo.

Si bien el informe de McKinsey documenta los esfuerzos realizados en ífrica, es aún más optimista sobre el futuro y el potencial del continente. Los analistas proyectan que al menos cuatro grupos de industrias en ífrica - la industria de consumo, la agricultura, los recursos y las infraestructuras - "conjuntamente podrí­an generar hasta 2,6 billones de dólares en ingresos anuales para el año 2020".

Con unas tasas de urbanización similares a las de China y las ciudades en más rápido crecimiento del mundo, la clase media es cada vez mayor y el sector de la construcción en ífrica está viviendo su mayor auge registrado nunca.

Y un número creciente de inversores internacionales han descubierto este auge. Las inversiones extranjeras directas en ífrica sólo ascendieron a 9.000 millones de dólares en el año 2000, pero se multiplicaron por siete, pasando a ser de 62.000 millones de dólares en 2009. Y mientras que los inversores anteriormente sólo se centraban en los recursos naturales de ífrica, el foco de atención de las nuevas inversiones se dirige a la construcción, en pleno auge en ífrica, así­ como el turismo, la banca y las telecomunicaciones, concluyen los analistas de McKinsey.

Tambiíén las nuevas industrias comienzan a emerger en economí­as africanas en transición - como Ghana, Kenia y Senegal - que han comenzado a exportar productos manufacturados, incluidos combustibles y alimentos procesados, productos quí­micos, textiles y cosmíéticos.

Y esto es sólo el comienzo de la revolución industrial que se espera de ífrica. De hecho, McKinsey estima que la productividad en las economí­as en transición de ífrica ya es tan alta como en India y China, mientras que los costes laborales son mucho más bajos.

Paralelamente a una proyectada revolución industrial en ífrica, el continente está configurado para copiar la revolución verde de Asia. Más del 60 por ciento de las tierras agrí­colas del mundo sin explotar se encuentra en ífrica, y con una creciente población mundial y las nuevas necesidades de producción de biocarburantes, por ejemplo, estas tierras no explotadas ya se están convirtiendo en objetivo de grandes inversiones.

Los informes de McKinsey y BCG coinciden en que ífrica todaví­a tiene algunos desafí­os importantes que superar para asegurar su salida de la pobreza. Estos incluyen la necesidad de eliminar las barreras comerciales entre los paí­ses africanos; invertir masivamente en infraestructuras y comunicaciones; reforzar la mejora del sector educación, y mejorar la salud pública en todo el continente.

Todo esto, sin embargo, forma parte de las principales preocupaciones polí­ticas de los dirigentes africanos, así­ como el refuerzo de las organizaciones regionales, como la Unión Africana (UA), la Southern African Development Community (SADC) y las nuevas zonas de mercado común que se están estableciendo, como en el caso de la Comunidad del ífrica Oriental (EAC), que comprende de Kenya, Tanzania, Uganda, Ruanda y Burundi.

Ante la cuestión de si estas altas tasas de crecimiento en auge se seguirán registrando en las próximas díécadas, tanto McKinsey y BCG se muestran optimistas. McKinsey no tiene ninguna duda de que el papel de ífrica en la economí­a mundial seguirá aumentando con rapidez. "Para el año 2040, ífrica tendrá la población más grande del mundo en edad de trabajar", superando a China, destaca el informe.

Esto no sólo va a influir en el futuro lugar clave de ífrica en la producción mundial, sino que tambiíén hará de ífrica un gran mercado en el futuro. El número de hogares con ingresos medios en ífrica se prevíé que aumente en un 50 por ciento en los próximos 10 años, llegando a 128 millones de dólares.

"Ejecutivos e inversores de todo el mundo no pueden permitirse el lujo de ignorar el inmenso potencial del continente. Una estrategia para ífrica debe ser parte de su planificación a largo plazo", concluyen los analistas de McKinsey. Y ífrica no puede permitirse el lujo de alejarse de su camino hacia la democracia, la estabilidad y la liberalización económica para garantizar que los inversores siguen estando interesados.


Por Rainer Chr. Hennig



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