El euro sigue sobrevalorado, según el índice 'Big Mac'
En un momento en el que la mayoría de la países señalan a las exportaciones como la puerta de salida de la crisis, el tipo de cambio se convierte en clave y puede hacer que un país sea más o menos competitivo. Según el índice 'Big Mac' que elabora The Economist, el euro continúa sobrevalorado.
Este índice, que mide el precio de un mismo producto (la cíélebre hamburguesa Big Mac) en 120 países del mundo, supone un indicador poco ortodoxo de la evolución de las monedas y se basa en la teoría de la paridad del poder de compra (PPP).
Así, este estudio muestra que Asia sigue siendo el lugar más barato para comerse una hamburguesa. Ni siquiera la reciente decisión de China de aumentar la 'flexibilidad' del yuan ha tenido mucha repercusión en el índice. Un Big Mac allí cuesta 1,95 dólares (1,5 euros), frente a los 3,73 dólares que cuesta en Estados Unidos. "Nuestro índice sugiere que un tipo de valor razonable sería 3,54 yuanes por dólar, en comparación con la tasa actual de 6,78. En otras palabras es el yuan subvaluado en un 48%", dice The Economist.
En la zona euro este índice muestra el efecto contrario. Hace un año, el euro estaba sobrevalorado un 29%, cifra que se ha reducido al 16% tras las tensiones respecto a la deuda soberana. Si bien, The Economist señala que está volviendo a niveles más elevados, a raíz de la presentación de las pruebas de esfuerzo a los bancos que se darán a conocer hoy, lo que está haciendo recuperar la confianza al sistema bancario.
Pero hay más monedas sobrevaloradas aún. "Los inversores que buscan un lugar seguro para poner su dinero han buscado refugio en el franco suizo", señala el semanario británico, que lo cifra en un 68%. Y en Noruega, un Big Mac cuesta 45 coronas o 7,20 dólares, casi el doble de su valor en Estados Unidos.
Eso sí, hay que tener en cuenta que estos datos tienen algunos 'condimentos'. La mayor parte del coste de una hamburguesa depende de variables locales, como la renta y los salarios, que tienden a ser menores en los países pobres. "Por lo tanto las comparaciones PPP son más fiables entre los países con niveles similares de ingresos".