El periódico inglíés “The Independent†publicó el 12 de julio un artículo titulado: “El milagro económico de Brasil que Lula ha escenificado durante 8 años cuenta con el respaldo de Chinaâ€.
El texto indica que que en los últimos ocho años, bajo la dirección del presidente Luis Inazio Lula da Silva, la economía brasileña ha logrado un desarrollo veloz, alcanzando un notable status internacional. La prosperidad económica de Brasil se debe naturalmente a la política razonable de su Gobierno, pero tambiíén tiene una buena parte de deuda con China, importante socio de cooperación del gigante sudamericano. Sin embargo, Brasil aún tiene numerosos problemas pendientes, tanto internos como externos. Con la proximidad de las elecciones generales, estos problemas, junto con los grandes avances económicos, se convierten en un “legado†para el nuevo mandatario.
Si bien aún existen bolsones de miseria en las grandes ciudades y no todo va viento en popa, es posible palpar las consecuencias del milagro económico todos los días y en todo momento. En el primer trimestre del presente año el crecimiento económico de Brasil fue de 9%, se alzan rascacielos por doquier y el presidente Lula ha sido calificado como uno de los líderes más influyentes del mundo, según la revista estadounidense Time. El reconocimiento obedece a sus esfuerzos por elevar el status internacional de Brasil y reducir la pobreza. Según la Constitución, Lula no puede ser reelegido, pero Dilma Rousseff, designada personalmente por Lula para sucederle en su puesto en el Partido del Trabajo, deberá imponerse sin mayores problemas en las elecciones generales de comienzos de octubre.
Rousseff recibirá un país en proceso de rápido desarrollo. Brasil ha sido designado para acoger la Copa Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Está haciendo grandes esfuerzos por explotar el crudo en las costas. Es posible que el peso del ingreso petrolero en el PIB del país se eleve del 12% al 20%. Aunque Brasil sigue siendo uno de los países que mayor brechas tiene entre sus ricos y pobres, en los 8 años de mandato de Lula esa distancia ha disminuido, a tenor de la reducción en la cifra de pobres de 50 a 30 millones. Las investigaciones demuestran que más de la mitad de los brasileños ahora pertenecen a la denominada “clase media-bajaâ€.
Brasil ha sabido hacer un uso ingenioso del mercado chino para impulsar su prosperidad económica. En sus recursos petroleros y la cooperación con China ha establecido los grandes motores de su prosperidad económica. Brasil tiene grandes potencialidades para desarrollarse, algo que no ha pasado inadvertido a China, que el compra soya, mineral de hierro, madera y otras materias primas. Una agencia extranjera de noticias cita a diplomáticos brasileños, ene ls entido de que China está haciendo grandes inversiones en Brasil, en atención a la posibilidad de que íéste supere a EEUU como su mayor mercado de exportaciones. Otros países han colocado los ojos en Brasil, por lo que no sorprendería que íéste, uno de los cuatro integrantes del grupo BRIC, avance hacia el grupo de países desarrollados. Mientras otros discuten continuamente cómo lidiar con el díéficit fiscal y los estímulos económicos, Brasil se afana en intentar controlar su crecimiento desmedido.