El mercado muestra fortaleza antes del ataque definitivo.
El ataque alcista va en serio. No sólo ha quedado demostrado con la capacidad del rebote para anular la peligrosísima caída anterior, sino que ayer confirmó su solidez con una notable capacidad de aguante pese a que era una ocasión propicia para corregir y a que las noticias del día esta vez fueron negativos. Corregir subiendo es alcista, como es sabido.
Así, el Dow Jones se anotó el 0,12%, mientras que el S&P 500 sólo cedió el 0,11%. Mayor fue la corrección del Nasdaq, aunque tampoco apreciable: del 0,36%.
Es probable que el mercado necesite una mayor consolidación, pero todo parece dispuesto para que en las próximas sesiones los alcistas intenten romper las resistencias en que se encuentran ahora los índices, lo que abriría el paso hacia los máximos anuales, la parte alta del movimiento lateral de los últimos meses.
Ayer, las noticias negativas se centraron en la confianza del consumidor, que cayó a 50,4 puntos, por debajo de lo esperado. Esto subraya el panorama negativo para el consumo que ya pintaban otros indicadores y que amenaza con devolver la economía a la recesión. El índice Case-Shiller de precio de la vivienda dio señales de estabilización.
En el lado positivo, los resultados empresariales continuaron batiendo las expectativas. Ayer le tocó el turno a DuPont, Credit Suisse y UBS, mientras que la decepción corrió a cargo de Deutsche Bank.
La atención en otros mercados estuvo centrada en los bonos, que cayeron con fuerza en precio, lo que elevó su rentabilidad al 3,04%. Esto en teoría es alcista para la bolsa. El euro recayó frente al dólar, el petróleo retrocedió hasta 77,50 dólares y el oro marcó mínimo de dos meses en 1.158.
Hoy miíércoles será el día de los pedidos duraderos, el libro Beige de la Fed y las cifras de Boeing, Comcast, ConocoPhillips, Arcelor, Sprint Nextel y Visa.