Por... JEANNINE AVERSA
WASHINGTON -- La recuperación económica de Estados Unidos se mantendrá lenta bastante entrado el próximo año, según un sondeo realizado por The Associated Press a economistas destacados.
La recuperación se verá frenada por la resistencia de los consumidores a gastar y los titubeos de los patrones al contratar, según los especialistas consultados.
El más reciente sondeo trimestral de la AP sobre la economía muestra que las perspectivas de los economistas se volvieron más pesimistas en los últimos tres meses. Pronostican un crecimiento más díébil y un mayor desempleo que lo que habían dicho antes.
Como resultado, los economistas consideran que la Reserva Federal mantendrá las tasas de interíés casi en cero, por lo menos hasta la próxima primavera.
Pero a pesar de que esperan que el crecimiento sea más lento, la mayoría de los 42 especialistas encuestados creen que la economía sigue encaminada a la recuperación, lo cual incrementa las esperanzas de que el país ya no vuelva a caer en una recesión profunda.
El sondeo de la AP reúne pronósticos de los más importantes economistas del sector privado, público y acadíémico sobre una variedad de indicadores, incluyendo el empleo, el gasto de los consumidores y la inflación.
Entre algunas de sus previsiones señalaron que el crecimiento económico de este año y el del comienzo del próximo se debilitará a menos de 3%. Este año la economía creció a un ritmo de 3,5% de enero a mayo.
A finales del año la tasa de desempleo se mantendrá al mismo nivel de 9,5% que presenta ahora. La mayoría de los especialistas cree que será hasta el 2015, o incluso despuíés, cuando la tasa retrocederá al 5% que ha sido considerado normal históricamente.
Los especialistas tambiíén señalaron que el díéficit en el presupuesto de los estados representa un riesgo "importante" o "grave" para la economía nacional. La píérdida de ingresos por impuestos ha llevado a que los gobiernos estatales y locales reduzcan sus servicios y despidan a sus trabajadores.
Los economistas tienen perspectivas más pesimistas luego de que la recuperación pasara por una turbulencia en mayo. En ese periodo la crisis deudora de Europa creó temor en Wall Street e hizo que las acciones perdieran terreno, además de que reavivó las dudas sobre la fortaleza de la recuperación.
Desde entonces, las empresas se han mostrado poco dispuestas a contratar y la confianza de los estadounidenses sobre la economía ha declinado, por lo que los consumidores han reducido aún más sus gastos.
El mercado inmobiliario tambiíén se ha debilitado más, pues terminó un apoyo fiscal para los compradores de viviendas que había impulsado las ventas este año.