¿Necesitará Cataluña ayuda del Gobierno para afrontar su deuda?
elEconomista.es
Que Cataluña tiene problemas para financiarse no es ningún misterio. Recientemente tuvo que acudir a varios bancos, con los que firmó un críédito de 1.000 millones, tras la imposibilidad de acceder al mercado. Poco antes, se conocía que la Generalitat había tenido que aplazar pagos. Así las cosas, ¿es descabellado pensar en un posible rescate de Cataluña?
El estado de las cuentas regionales representa el segundo reto al que tendrá que enfrentarse el Ejecutivo, sumido en su intento de reducir el díéficit presupuestario y cumplir con las exigencias europeas, afirma Bloomberg. Un mal paso de alguna administración autonómica podría dar al traste con los logros alcanzados hasta el momento y con las proyecciones futuras.
"Si los inversores se fijasen más en los problemas de las comunidades autónomas, serían menos optimistas con la deuda del gobierno central", afirma el gestor de Robeco Group Olaf Penninga. "Si el gobierno central tiene que ayudar a las autonomías se agravará una situación ya de por sí mala", añade.
Los apuros de la Generalitat
Una situación que se hace especialmente difícil en el caso de Cataluña, que arrastra dificultades de liquidez desde marzo de este año, mes en el que logró realizar su última emisión de deuda pública en solitario. La prueba más reciente es de hace pocos días: la Generalitat vendió a La Caixa 1.000 millones de euros en bonos, que la entidad catalana colocará a su vez en el mercado, a un tipo del 5,75%. "El mercado está cerrado", señalaba el portavoz de la consejería de Economía, Adam Sedó.
La alta rentabilidad que se esta exigiendo a los bonos catalanes hace imposible acudir a esta vía de financiación. En concreto, este año la prima de riesgo de los papeles a diez años se ha triplicado con respecto a la del pasado ejercicio hasta situarse por encima del 5%, lo que la coloca a la par de países como Perú, indica Bloomberg.
Para este año, la Generalitat ha presupuestado unas necesidades de emisión de deuda de 8.000 millones tras aprobar su plan de austeridad. Hasta el momento, y contabilizando el críédito sindicado de 1.000 millones de euros que firmó en julio, la Generalitat ha logrado otros 2.150 millones de las dos emisiones realizadas en febrero y en marzo, además de su emisión periódica de pagaríés. De esta forma, el Ejecutivo regional precisa captar todavía unos 3.000 millones de euros.
¿Y si necesitaran ayuda?
Además del caso catalán, otras comunidades como Madrid o Galicia han tenido complicaciones financieras. La primera pospuso una emisión de bonos, tambiíén en julio, por las condiciones del mercado, mientras que la segunda está tratando de conseguir del Ministerio de Economía una moratoria de un pago de 2.600 millones de euros.
En este punto, los inversores han empezado a mirar con desconfianza los agujeros en las arcas de las comunidades autónomas, hasta el punto de que no se descarta que sea necesaria una intervención del Estado central para impedir que caigan en impagos.
"Podría haber una región que tenga más dificultades y que necesite algo de ayuda, que no tiene porque materializarse en un rescate, sino en algún tipo de gran príéstamo", señala Diego Fernández, de Inverseguros.
Por su parte, el economista jefe de Intermoney, Jose Carlos Díez, cree que sería un "suicidio" que el Gobierno de Zapatero abandonar a su suerte a alguna autonomía, porque repercutiría sobre los bonos estatales. "Sería absurdo. ¿No dejas caer a un banco pero sí a una región?", agrega en declaraciones a Bloomberg.
En junio, las CCAA se comprometieron a asumir nuevos ajustes y reducir el gasto en 11.000 millones de euros en 2010 y 2011, pero desde entonces diversas voces han señalado que estos recortes podrían no ser suficientes. "Esta crisis puede regresar y atrapar a España de nuevo", concluyó Olaf Penninga.