Por... JOE McDONALD
BEIJING -- Un súbito frenazo en la economía china causó alarma en las economías asiáticas y en otros mercados, como Australia y Africa, a medida que disminuye su voraz demanda de importaciones.
Beijing está enfriando su economía con limitaciones a los príéstamos y las inversiones despuíés que un explosivo crecimiento del 11,9% en el primer trimestre suscitó temores de exceso de expansión.
El crecimiento ahora se está frenando más eníérgicamente de lo esperado, reduciendo la demanda de maquinarias estadounidenses y europeas, componentes industriales de Asia y mineral de hierro y otras materias primas de Australia y Africa.
El momento es contradictorio para los exportadores, que se habían entusiasmado por la rápida recuperación china de la crisis global y ven reducirse las ventas en otros mercados.
El país se ha tornado más importante que nunca para sus vecinos despuíés que su expansión impulsada por un estímulo contribuyó a menguar el golpe de las díébiles ventas estadounidenses y europeas.
"Decididamente se va a reflejar en un menor crecimiento en todas las economías asiáticas que envían artículos a China", advirtió Mark Walton, economista de CLSA Asia-Pacific Markets.
China, que sobrepasó a Japón como la segunda mayor economía mundial en el segundo trimestre, es un mercado importante para las naciones asiáticas. Compra el 28% de las exportaciones de Taiwán, el 25% de Corea del Sur y más del 20% de Australia. Más de la mitad de las exportaciones de Hong Kong van a China continental.
"Los esfuerzos de China para evitar el sobrecalentamiento en los mercados de activos tendrá efectos negativos en nuestros mercados", dijo este mes Tom Albanese, director ejecutivo de la minera anglo-australiana Rio Tinto Ltd.