Por... María Clara Ospina H.
Ecuador ha tomado una valerosa decisión ecológica. Se ha comprometido a no extraer petróleo en el Parque Nacional de Yasuní; 982.000 hectáreas de su región amazónica, declaradas "zona intangible" o sea: allí no se puede extraer petróleo, ni explotar otro tipo de minería; tampoco se permite la colonización, la deforestación, la tala de árboles, ni ninguna actividad que pueda poner en peligro la biodiversidad y las culturas íétnicas de la zona.
¿Por quíé digo que es una valerosa decisión? Porque en el subsuelo de este parque hay unos 900 millones de crudo, a cuya explotación Ecuador renunciará para conservar intacta esta selva, considerada una de las zonas protegidas de mayor importancia del mundo por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), y declarada Biosfera y Patrimonio Mundial de la Unesco.
Yasuní es uno de los lugares de mayor diversidad biológica del planeta, se podría decir que es "oro verde". Aquí se encuentra una inmensa variedad de árboles y plantas, animales, pájaros, reptiles, anfibios e insectos. De acuerdo a diferentes fuentes, por lo menos un 40% de todas las especies mamíferas amazónicas viven en esta región, muchas de ellas en peligro de extinción, altamente vulnerables y amenazadas. De igual manera, se sabe que en solo una hectárea del parque se pueden encontrar hasta 644 especies diferentes de árboles. El parque contiene el 44% de los pájaros de la cuenca del Amazonas, hecho que lo convierte en uno de los hogares de aves más ricos de la Tierra. Asimismo aquí habitan más de 100.000 especies de insectos.
El presidente de Ecuador propuso: "se dejará el crudo bajo tierra si la comunidad internacional crea un fondo de compensación por la suma de 350 millones de dólares cada año durante los próximos 10 años (la mitad del *valor* del crudo no explotado)". Con este dinero se financiaría el desarrollo sostenible y la regeneración del país.
Esta alianza, entre Ecuador, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y los países más ricos del mundo, para la defensa de esa zona, aunque es solo una mínima parte de los 6'683.926 kilómetros cuadrados de la cuenca amazónica, es una buena noticia para la humanidad que está rápidamente perdiendo sus "tesoros verdes", su biodiversidad y sus aguas.
Tambiíén en Colombia tenemos de quíé alegrarnos. Bahía Málaga, en el Pacífico colombiano, bien conocida por ser un importante "paridero" de ballenas yubarta, ha sido declarada Reserva Nacional. Será un parque exclusivamente marino, de 138.000 millas náuticas, protegidas contra la explotación pesquera y todo uso comercial. Con esta medida se logrará que nuestras futuras generaciones conozcan, no solo a las yubartas, sino tambiíén a la riqueza marina de esta región del Pacífico que les pertenece.
