Por... PETER SVENSSON
NUEVA YORK -- Los supertelíéfonos celulares, un rubro de la economía que había resistido el impacto directo de la recesión, enfrentan ahora un efecto colateral de los problemas económicos.
Los fabricantes de esos celulares capaces de conectarse a la internet simplemente no pueden producir suficientes aparatos, porque los productores de chips, que ajustaron a la baja la producción el año pasado, debido a la crisis, tienen ahora dificultades para satisfacer la demanda.
La escasez de chips significa que los rivales de Apple Inc. tienen problemas para producir telíéfonos para competir con el iPhone, un problema que persistirá incluso hasta la temporada navideña. El asunto está afectando tambiíén a los operadores inalámbricos, algunos de los cuales enfrentan retrasos para mejorar sus redes. Además, la situación podría provocar un alza en los precios de las computadoras.
No hay una escasez general de chips, sino más bien problemas con ciertos componentes. Si sólo uno de los 20 o 30 chips cruciales de un supertelíéfono no está en existencia, toda la producción se detiene.
Sprint Nextel Corp., por ejemplo, no pudo satisfacer la demanda del EVO 4G, fabricado por HTC Corp. en ciertas zonas del país. Fue el primer telíéfono en utilizar una red más rápida de cuarta generación (4G).
Motorola Inc. informó que la falta de una amplia gama de chips, desde aquellos usados para la memoria de los aparatos, hasta los sensores de las cámaras y los controladores de la pantalla sensible al tacto, inciden en los problemas para suministrar suficientes telíéfonos Droid X a Verizon Wireless.
La tienda del operador en internet reporta que es necesario esperar dos semanas para obtener los aparatos comprados.
Parte de la producción de chips se realiza mediante la subcontratación de las fábricas gigantescas operadas por empresas como Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. y United Microelectronics Corp. Los fabricantes de muchos electrónicos, desde televisores hasta interruptores de grandes almacenes de datos dependen tambiíén de estas fábricas.
La industria fabricante de chips tuvo un duro comienzo en el 2009. Las ventas en febrero sumaron sólo 14.200 millones de dólares, una caída de 30% respecto del año anterior, de acuerdo con la Asociación de la Industria de los Semiconductores.
Aunque las ventas repuntaron en ese mismo año, los fabricantes se asustaron y paralizaron las inversiones en fábricas de chips. Esos gastos se hundieron 41%, a 25.900 millones de dólares en el 2009, luego de caer 31% el año anterior, de acuerdo con la firma investigadora Gartner Inc.
La capacidad total de producción se contrajo.
Ahora, las fábricas tienen problemas para elevar la producción con la suficiente velocidad. Las fábricas de chips operan al 96% de su capacidad, por encima del 56% observado en la parte más grave de la crisis económica, informó la Asociación.