Nueva York protagonizó una gran remontada ayer: comenzó con unas importantes caídas que hicieron perder los 10.000 puntos al Dow Jones y logró acabar con ligeras alzas. Esto demuestra que los alcistas, los 'toros', no están muertos pese a las fuertes caídas de lunes y martes.
Al cierre, el Dow subió el 0,2% hasta 10.060 puntos, el S&P 500 se anotó el 0,33% y el Nasdaq fue el mejor en la recuperación igual que había sido el peor en la caída, con un avance del 0,84%.
Estas subidas deberían hacer que Europa recupere hoy en la apertura tras los descensos de ayer. Pero tampoco hay que venirse arriba: el rebote de ayer es demasiado pequeño como para ser significativo -y no pudo con los primeros niveles de resistencia intradiarios- y lo más probable es que continúe el movimiento lateral bajista con un nuevo ataque a los soportes críticos.
Los descensos iniciales estuvieron provocados por el mal dato de ventas de viviendas nuevas, que se desplomaron un 12,4% por culpa del fin de las ayudas fiscales (al igual que las viviendas usadas el martes), cuando se esperaba una ligera subida. Los pedidos de bienes duraderos subieron mucho menos de lo que preveían los analistas.
Precisamente, estas malas noticias hacen que sea más meritorio el rebote conseguido por Wall Street, aunque las fuertes caídas acumuladas en las últimas jornadas justificaban cierto repunte.
En otros mercados, el euro volvió a subir frente al dólar pese a la rebaja de rating de Irlanda. El petróleo subió hasta 72,52 dólares y el oro se fue hasta 1.241,3. Los bonos recortaron ligeramente en precio y su rentabilidad repuntó hasta el 2,54%.
Este jueves únicamente conoceremos las peticiones semanales de subsidios, despuíés de la sorpresa negativa de la semana pasada y a la espera del PIB y la comparecencia de Bernanke del viernes.