La debilidad del precio del petróleo en los mercados internacionales podría dejar al gobierno venezolano sin los recursos necesarios para su plan de reactivación económica, afirmó hoy el economista Josíé Toro Hardy.
En declaraciones a periodistas, el tambiíén ex directivo de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) dijo que ''un precio de petróleo a 70 dólares por barril no le es conveniente al gobierno venezolano porque no cubre sus necesidades fiscales''.
Toro Hardy recordó que ''la economía venezolana registró una contracción del 3.5 por ciento según datos del Banco Central de Venezuela (BCV), por lo que el gobierno quiere incrementar el gasto público para reactivar la economía''.
Esta semana, el Ministerio de Energía y Petróleo reportó que el precio del crudo retrocedió 2.39 dólares con respecto a la semana pasada, algo que atribuyó a los temores sobre la economía mundial y la recuperación del dólar.
El precio del crudo en las últimas semanas se ha caracterizado por su comportamiento inestable debido a las malas noticias económicas provenientes de Estados Unidos y China, que hacen temer que el mundo vuelva a una recesión.
El barril petrolero venezolano acumula un precio promedio en lo que va del año de 69.60 dólares, muy por encima de los 57.02 dólares de 2009, aunque insuficiente para reactivar una economía local, que sigue en recesión.
Toro Hardy explicó que un estancamiento de los precios del crudo ''pondría en peligro el plan del gobierno de incrementar el gasto público con fines electorales'', de cara a los comicios legislativos del 26 de septiembre próximo.
El experto petrolero subrayó que un incremento del gasto público ''estimula un incremento del consumo, pero no de la producción, por lo que no síé si este plan gubernamental es sostenible en el tiempo''.
Este incremento del consumo podría traer como consecuencia un incremento en la inflación, toda vez que el aumento de la masa monetaria dejaría de ser correspondido por un incremento en los bienes y servicios, acotó el acadíémico universitario.
Toro Hardy advirtió que ''esto puede llevar a un incremento de la inflación al aumentar la masa monetaria de una forma que no sería correspondida por un incremento de los bienes y servicios''.