Este mercado es tan imprevisible que pocas cosas pueden sorprendernos a estas alturas. La semana pasada parecía que Wall Street se venía arriba definitivamente, el lunes las esperanzas se frustraban con un violento contraataque bajista... y, tras la sesión de transición del martes, ayer los alcistas dieron un golpe de mano tremendo que, esta vez sí, puede ser definitivo.
El Dow Jones se disparó el 2,54%, el S&P 500 fue aún más lejos con un 2,95% y el Nasdaq se llevó la palma con el 2,97%. En los tres casos, superaron resistencias críticas (la directriz bajista) y confirmaron formaciones tíécnicas de vuelta alcistas, que pueden mantener las alzas de Europa hoy en la apertura. Y encima, cerraron en máximos del día.
Es bien sabido que, cuando un movimiento lateral se estrecha (como en las últimas sesiones), es que se aproxima su resolución. Que es lo que ha podido pasar en Nueva York con esta ruptura de resistencias. Los alcistas están ante su mejor oportunidad del año para superar definitivamente el lateral y reanudar la tendencia que viene desde los mínimos de 2009.
El lado negativo es que, si fracasan en esta oportunidad de oro, los bajistas no tendrán piedad y el dolor será extremo para los inversores en bolsa. Pero, despuíés de lo ocurrido anoche, el escenario más probable es el opuesto. En los próximos días saldremos de dudas.
Esta euforia tuvo como excusa principal un dato de ISM del sector industrial mucho mejor de lo esperado, ya que se disparó hasta 56,3 puntos cuando se esperaba una caída hasta 53,5. Este indicador pone en cuestión las previsiones de una doble recesión y se suma a los buenos datos de gasto de consumo, confianza del consumidor y precios de la vivienda conocidos esta semana.
Como ayer tocaba subir, Wall Street ignoró un índice ADP de empleo privado mucho peor de lo esperado y unas cifras de ventas de coches que convierten a agosto de 2010 en el peor agosto de los últimos 27 años.
En cuanto a las empresas, Burger King se disparó el 14% ante los rumores de una venta al private equity, y Apple se anotó el 2,8% tras la esperadísima presentación de su nueva línea de iPods y de su negocio de televisión.
En otros mercados, el euro siguió recuperando terreno frente al dólar, el petróleo subió hasta 74,03 dólares y el oro esta vez corrigió ligeramente hasta 1.248,1. Los bonos sufrieron una dura caída en precio con el subidón de la bolsa, y su rentabilidad se fue desde el 2,48% hasta el 2,58%.
En esta situación crítica del mercado, hoy jueves será otro día cargado, con las demandas semanales de subsidios, la productividad del segundo trimestre, los pedidos de fábrica y las ventas pendientes de viviendas.