Las rencillas entre Lawrence Summers y Tim Geithner, el desgaste de Christina Romer o la presión sobre Peter Orszag son fruto de la falta de una economía robusta que consiga crear empleo. Algunos, incluso, apuestan por fuerte por nuevos sustitutos, como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que se perfila como nuevo favorito para ocupar la secretaría del Tesoro.
Despuíés de 18 meses desde el desembarco de Barack Obama en la Casa Blanca y a menos de 60 días de las elecciones legislativas, la estampida del equipo económico del mandatario pone de manifiesto la tensión que se vive entre bambalinas. En las dos últimas semanas, Peter R. Orszag, el director presupuestario de la Casa Blanca, y Christina Romer, la presidenta su equipo de consejeros económicos, abandonaban sus respectivos puestos.
Con la economía norteamericana creciendo un aníémico 1,6% en el segundo trimestre de 2010, la tasa de paro en el 9,6% y los incesantes estímulos sin causar una reacción contundente en los consumidores, algunos afirman que Obama debería comenzar a cortar cabezas y buscar un soplo de aire fresco para dirigir las riendas económicas del país. Una de las figuras más controvertidas desde su llegada al cargo ha sido Tim Geithner, actual secretario del Tesoro, o el equivalente a un ministro de Economía y Finanzas.
Desde que fue nominado para el puesto, Geithner ha estado en el disparadero. Primero por olvidarse de pagar impuestos, luego por su estrecha relación con Wall Street, un hecho evidente tras presidir la Reserva Federal de Nueva York y ahora por su falta de resultados claros a la hora de enfrentar un comatosa recuperación. Hace algunos meses, las quinielas afirmaban que Obama habría tirado los tejos a Jamie Dimon, actual consejero delegado de JP Morgan para ocupar el cargo, un hecho que quedó en agua de borrajas, tras el distanciamiento entre el presidente y el ejecutivo durante los debates de la reforma financiera.
Más candidatos al puesto
La semana pasada, el New York Post insinuaba que Obama podría haber echado los tejos al actual alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Según el rotativo, Obama y Bloomberg compartieron sesiones de golf en Martha's Vineyard durante sus vacaciones donde hablaron largo y tendido sobre economía.
Fue entonces cuando el demócrata podría haber tanteado a Bloomberg para convertirse en secretario del Tesoro, algo que podría suponer un pelotazo para la Casa Blanca de cara a las elecciones.
"Obama necesita a Bloomberg y Bloomberg necesita a Obama", citó una fuente al New York Post.
No hay que olvidar que Bloomberg es uno de los alcaldes más queridos a este lado del Atlántico y un hombre muy respetado entre Wall Street. Sin embargo, los expertos apuntan que será tras los comicios legislativos del próximo noviembre cuando Obama aprovechará para hacer limpieza dentro de su administración.
Summer, candidato a dejar su puesto
Entre otras figuras preparadas para ser reemplazadas se encuentra el controvertido Lawrence Summers. El que fuera presidente de Harvard y actual director del Consejo Económico Nacional. De sobra son conocidas las peleas entre Summers y su pupilo Geithner, mientras que el New York Times dejaba caer que la salida de Christina Romer ha estado provocada por el bullying ejercido por Summers.
Alexis Simendinger escribía en el National Journal sobre la frustración de Summers, una persona con un "ego del tamaño de la deuda nacional estadounidense". Algunos afirman el disgusto de Summers tras no haber alcanzado puestos de renombre como la secretaría del Tesoro o la presidencia de la Reserva Federal.
Otra controvertida figura que abandonará su puesto el año que viene será Sheila Bair, la presidenta de la Corporación Federal de Seguros de Deposito, agencia encargada de respaldar buena parte de los depósitos bancarios de los estadounidenses. Bair nunca congenió con Geithner o su antecesor Heny Paulson. De hecho se rumorea que la actual novia de Bloomberg, Diana Taylor, lleva años detrás de ocupar dicho puesto.