En los próximos meses podríamos ver un ‘boom’ de salidas a bolsa en Estados Unidos, según los expertos. Más de 160 compañías están buscando incrementar capital en 56.000 millones de dólares a travíés de OPVs (Oferta Pública de Venta), según datos de la firma especializada en ofertas públicas de acciones Renaissance Capital.
De producirse dicho número de salidas a bolsa, sería la mayor cantidad de empresas que querrían salir al mercado desde 2000 y si se considerase su valor, la mayor de la historia, según The New York Times.
La pregunta es si el mercado podrá absorber una oferta tan alta. Y es que, tal y como subrayan los expertos, tras más de dos años de crisis financiera, el mercado todavía permanece frágil y el apetito de los inversores se ha decantado más por la deuda que por las acciones de las empresas.
La diferencia con la gran cantidad de salidas al mercado que se produjo durante el ‘boom’ de las tecnológicas en 2000 es que muchas de las empresas que quieren que sus acciones empiecen a cotizar son negocios ya establecidos de empresas que, en algunos casos, como el de General Motors (GM), tuvieron que ser intervenidas para evitar la quiebra. El Gobierno estadounidense posee el 61% de las acciones del fabricante.
Empresas que quieren regresar al mercado
GM presentó en agosto ante el regulador estadounidense (SEC, siglas en inglíés) la solicitud para el regreso al mercado bursátil y los analistas calculan que obtendrá hasta 20.000 millones de dólares, con lo que se convertiría en la mayor oferta de acciones desde la OPV que efectuó Visa en 2008. Se espera que el fabricante de automóviles, que tuvo que ser intervenido por el Gobierno, salga a bolsa entre octubre y noviembre.
De hecho, de las OPVs que se han producido este año, la edad media de las compañías es de 16 años, frente a los cuatro que tenían las que salieron al mercado en 2007, según los datos de Renaissance.
Tambiíén se encuentra en una situación similar el fabricante y distribuido de juguetes Toys’R’Us, que fue adquirida en 2005 por Kohlberg Kravis Roberts & Co (KKR), Bain Capital y Vornado Realty Trust y que en mayo informó a la SEC de que regresará al parquíé neoyorquino –tras cinco años de ausencia- mediante una OPV con la que espera hacerse con unos 800 millones de dólares con los que hacer frente a su deuda.
Otro ejemplo es el de la medidora de audiencias Nielsen, propiedad de Blackstone y Carlyle, que espera embolsarse unos 1.750 millones de dólares con su salida a bolsa. La holandesa tambiíén pretende usar parte de los fondos para recortar su deuda, que asciende a 8.600 millones de euros.
“El mercado de las OPVs no es como en 2000, cuando las compañías que necesitaban conseguir dinero eran farmacíéuticas con medicamentos sin probar o empresas de nuevas tecnologíasâ€, asegura un ejecutivo de Citigroup al NYT.
“Creo que los inversores quieren poner su dinero a trabajarâ€, dice otro experto al diario. Y añade que, de cara al otoño, es “optimistaâ€. Y un analista destaca, en declaraciones a USA Today que “están pasando cosas, el espíritu emprendedor no está muerto y las OPV son un síntoma de la innovaciónâ€.
Tras el ‘rally’ que han vivido en el último año las bolsas (entre marzo de 2009 y abril de 2010, el índice S&P 500 ganó casi un 80%), en la primera mitad de este año unas 130 compañías solicitaron su salida al mercado, según los datos de Renaissance. En 2009 se produjeron 120 ofertas públicas y en 2008, 153. Ahora, los expertos subrayan que las firmas de capital riesgo están deseando vender sus participaciones en estas compañías.
Por otro lado, según ha informado recientemente Bloomberg, Facebook podría posponer su salida a bolsa hasta 2012. Un tiempo que el fundador y consejero delegado de la red social querría aprovechar para obtener nuevos usuarios y para seguir impulsado sus ventas.