El capital básico que se exigirá a las entidades pasa del 2% al 7%
Los Estados tendrán capacidad para elevarlo aún más, hasta el 9,5%
La reforma es una de las más relevantes desde que se inició la crisis financiera
Madrid | Basilea (Suiza).- Los bancos centrales y los dirigentes de los supervisores financieros han llegado a un acuerdo sobre Basilea III, una reforma integral que forzará a los bancos de todo el mundo a mantener más capital en reserva para hacer frente a impagos y píérdidas.
Así lo ha anunciado el vicepresidente del Bundesbank -banco central alemán-, Franz-Christoph Zeitler. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, presidió el encuentro de los bancos centrales y las autoridades reguladoras de 27 países que tiene como objetivo evitar futuras crisis financieras como la que se generó hace tres años.
"La contribución (de estas medidas) a la estabilidad financiera a largo plazo y el crecimiento será sustancial", declaró Trichet en un comunicado.
En la actualidad el nivel mínimo exigido a las entidades financieras de capital básico -conocido como 'core capital' o 'core tier 1'- se encuentra en el 2% y se incrementará hasta el 7% a partir de 2013 de manera progresiva. Asimismo, los Estados tendrán capacidad para elevarlo al 9,5%.
El indicador indica la cantidad de capital que los bancos deben colocar como 'colchón' frente a futuras píérdidas derivadas de posibles crisis. En íél se incluyen capital y reservas, es decir, las acciones emitidas por una entidad más las reservas acumuladas por la retención de beneficios.
En España, los principales bancos españoles superaban holgadamente esta cifra a finales de 2009. El Santander tenía un 'core capital' del 10% mientras que el de BBVA y Popular eran del 9,4% y del 9,1%, respectivamente.
Implantación gradual
La implantación del endurecimiento de estos requisitos de capital se hará de manera gradual desde enero de 2013 para completar el máximo porcentaje en 2019.
Algunos bancos habían expresado el temor de que el endurecimiento de las condiciones provocará una restricción del críédito, algo que se mitigará con su puesta en marcha progresiva.
Asimismo, el cambio legal provocará que los bancos tengan menos margen para pagar dividendos y bonus a sus directivos, ya que reducirá sus ganancias.
La reforma acordada en Basilea es una de las más importantes decididas tras el estallido de la crisis financiera, hace ahora unos tres años. Tras la crisis, provocada en parte por las operaciones de riesgo que realizaban los bancos, los líderes del G20 convocaron a los reguladores y jefes de bancos centrales en 2009 para diseñar nuevas y más estrictas reglas de capital que se han concretado en este acuerdo.
Los líderes del G20 ratificarán su apoyo al acuerdo de este domingo cuando se reúnan en Seúl en noviembre.
Diferentes indicadores
-Core capital: incluye capital y reservas, es decir, las acciones emitidas por una entidad más las reservas acumuladas por la retención de beneficios (los que no se reparten vía dividendos u obra social). Es el principal indicador utilizado desde que estalló la crisis porque se ha demostrado que es el que de verdad permite cubrir píérdidas. Basilea ha acordado aumentarlo del 2% actual al 7%.
-Tier 1: añade a lo anterior las participaciones preferentes. Es un tipo de deuda que se llama preferente porque, en caso de quiebra de una entidad, cobra antes que el que tenga acciones. Generalmente va sujeta al pago de un cupón anual siempre que haya beneficio suficiente para abonarlo (no se paga si hay píérdidas). Basilea ha acordado aumentarlo desde el 4% actual al 8,5%.
-Tier 2: no se menciona en el nuevo acuerdo, aunque antes de la crisis era el que se utilizaba para medir. Tambiíén conocido como 'Ratio BIS'. Añade a lo anterior la deuda subordinada, que es parecida a las preferentes, pero cobra antes.