Los sindicatos británicos lanzaron hoy nuevas señales de que tomarán medidas de fuerza para resistir los masivos recortes presupuestarios proyectados por el Gobierno de coalición conservador-liberaldemócrata, que, según sus cálculos, han costado ya la píérdida de unos 150,000 puestos de trabajo.
En vísperas de que el lunes empiece en Manchester (norte inglíés) el congreso anual de la confederación de sindicatos, TUC, el líder del sindicato del transporte RMT Bob Crow pidió hoy “resistencia coordinada†para presentar un frente común.
Crow criticó que, mientras los banqueros continúan con sus “enormes primasâ€, los ministros ponen a los funcionarios “en la primera línea de ataque“.
Un estudio del sindicato general GMB indica que 150,000 empleos se han perdido o van a eliminarse próximamente en alrededor de 150 organizaciones del sector público en el Reino Unido, desde ayuntamientos a hospitales o cuerpos de policía o bomberos.
Además de los recortes ya aplicados este año, el ministro de Economía, George Osborne, anunciará en octubre otras medidas en su informe de “revisión del gastoâ€, con recortes previstos de al menos el 25 por ciento en todos los ministerios, excepto los de Sanidad y Cooperación Internacional.
El Gobierno ya ha adelantado que prevíé retirar 32.000 millones de libras de la economía (38,700 millones de euros), entre aumentos de los impuestos y reducción del gasto público, a partir de abril del 2011, que se suman a los 8,900 millones ya recortados este año.
Hoy el periódico “The Observer†publica que Osborne planea recortar en 2.500 millones de libras los subsidios sociales a las personas de baja por larga enfermedad, entre otras ayudas sociales a los más desfavorecidos.
Los sindicatos, que reclaman que los recortes para reducir el alto díéficit público sean menos radicales para no poner en riesgo la recuperación, se enfrentan al reto de generar una respuesta social amplia en un momento en que el impacto de los recortes aún no se ha sentido en el conjunto de la sociedad.