Los excesos del boom inmobiliario, expansión desmedida y alto endeudaumiento, mezclado con el pinchazo repentino de la burbuja dejaron en la cuneta a muchas firmas. Sin embargo, no todo son llantos en el sector. Pequeñas inmobiliarias como Adania, MRA, Ebrosa o Alero-cer puede presumir de cerrar 2009 con beneficio, y lo que más importante, de mantener su actividad en un negocio paralizado. El ingrediente secreto de su receta: la VPO.p> No siempre ser un coloso garantiza la supervivencia, y menos en la acelerada debacle del negocio inmobiliario español. Así, el año pasado las firmas cotizadas del sector cerraron con una píérdida conjunta de 2.500 millones de euros y con los datos de venta de viviendas en caída libre.
Dentro de la marabunta del ladrillo nacional Grupo MRA (Miguel Rico Asociados), especializada en viviendas de protección oficial (VPO), despunta tras cerrar el año pasado con un resultado de explotación de 12 millones frente a los 100.000 euros de 2008. Un impulso motivado por las desinversiones en suelo realizadas por la compañía.
Además, los esfuerzos de la promotora navarra han estado centrados en reducir su pasivo desde los 264 millones que registró hace tres años hasta los 120 millones. Aunque su gesta no sólo se reduce a los beneficios. MRA vendió 515 viviendas de protección oficial el año pasado y facturó 32 millones de euros, un 20% menos.
MRA ya no es ninguna niña, sus orígenes se remontan a la díécada de los 80, por lo que es consciente de que el mercado inmobiliario ya no volverá a ser el mismo. Para Miguel Rico, presidente de la compañía, el futuro pasa por viviendas más pequeñas, más baratas y de más calidad porque la compra de viviendas va a estar estrechamente ligada con la disposición de la banca para financiarlas. “Estos tres ingredientes seguro que se van a dar porque nuestros clientes van a tener menos posibilidades de compra", reconocía Rico en una intervención publicada por el diario El Imparcial.
Frente al futuro que se avecina el grupo se ha “autoimpuesto†una serie deberes, como el ajuste de precios, para adaptar su negocio. Por este motivo, ha creado una sociedad llamada Liken dedicada a la gestión de activos inmobiliarios de terceros, entre ellos los que tienen en bancos y cajas.
Más asombroso es el ejemplo de Actívitas Inversión Inmobiliaria. Esta pequeña empresa de tan sólo siete empleados nació hace tres años en los albores de la crisis, lo que ha puesto “no pocas dificultades para financiar los proyectosâ€, asevera Fernando Moliner, director general de la firma.
Actívitas comenzó su andadura con un capital de 3 millones de euros, sin deuda ni inversiones en suelo en desarrollo. Desde su arranque, la compañía ha construido un edificio de apartamentos en San Fernando de Henares (Madrid) que tienen en ríégimen de alquiler con opción a comprar, y una promoción de 159 viviendas protegidas en Pinto (Madrid) que han entregado recientemente.
La empresa ya se ha puesto las pilas en el estreno del nuevo curso. Durante este otoño tienen previsto comenzar 37 viviendas de protección pública de precio limitado (VPPL) en Pinto y otras 50 viviendas del mismo ríégimen en Las Rozas (Madrid). Otro de sus proyectos inmediatos es su filial InmoRescue con la que están acabando 44 viviendas de una filial de Banesto en Alicante. Además, han comenzando a diversificar su negocio con Nogawatio (el megawatio no gastado) que se dedica a llevar a cabo Auditorias de eficiencia energíética.
“Estamos estudiando oportunidades fuera de España, pero con muchísima prudencia, el extranjero tiene un coste de aprendizaje que hay ser capaz de minimizar y asumirâ€, indica Moliner.
Otras promotoras navarras que han hecho los deberes son Adania o Alero-Cer. Según confirmó un portavoz de Adania a Invertia, la compañía cerró el pasado ejercicio con beneficios y con 100 viviendas de protección oficial entregadas. En total, desde el 2008 ha dado las llaves de 750 pisos en ríégimen de VPO. “La demanda de este tipo de viviendas en los últimos años ha sido alta y cada vez más exigente. Ahora el comprador puede casi elegir por lo que hay que proporcionar diseño, calidad y ubicación que es lo que buscamos y proporcionamos en Adaniaâ€, indican desde la empresa.
La política de Adania en los años de auge del sector se caracterizó, según la propia firma, por un crecimiento sostenido, orientado al largo plazo y apoyado sobre un cimiento, sólido, realista y adaptado a la magnitud de la empresa. “Todos somos concientes de que el sector inmobiliario se ha desarrollado a dos velocidades bien distintas. Y nosotros hemos sido una de esas empresas que en todo momento ha sido consciente de los límites de velocidadâ€, explica en su web corporativa el director general de Adania, Víctor Sola.
Entre sus proyectos más recientes se encuentra la campaña de adjudicación de 27 viviendas de protección oficial en ríégimen de alquiler en Irurtzun (Navarra). En la actualidad, Adania gestiona un parque de 1.850 viviendas protegidas en alquiler en Navarra, País Vasco y Madrid.
Alero-Cer cuenta con una trayectoria de más de 80 años en el mercado desde que en 1925, Saturnino Erro fundase Construcciones Saturnino Erro. Posteriormente, esta empresa familiar se uniría con los constructores de Etxarri Aranatz dando lugar a la firma actual Razkin & Erro Edificaciones. En su cartera de obras en curso se encuentra en Ripagaina (Navarra) con un edificio de 28 viviendas de precio tasado (V.P.T) y otros dos edificios en Etxarri-Aranatz (Navarra) en ríégimen de V.P.O.
La promotora Ebrosa opera en Aragón, Comunidad de Madrid (1996), Barcelona y Sevilla (2005). Una de las estrategias desarrolladas por la compañía, que tambiíén cerró 2009 con números negros, fue el programa de elección personal. Este servicio permitía a cada cliente seleccionar los acabados de su vivienda a travíés de un software: el color de las paredes, el tono de los muebles de su cocina o de la carpintería interior.
