Ferrovial ha encontrado en Reino Unido motivos para el optimismo que compensan la mala racha que atraviesa la empresa, al igual que el resto de sus rivales, en España.
A falta de buenas noticias sobre el mercado domíéstico de obra civil y de servicios, la compañía controlada por la familia del Pino ha pisado el acelerador en Gran Bretaña, donde la filial de servicios se está convirtiendo en uno de los grandes motores del negocio. “Hace ocho años, la facturación rondaba los 200 millones de euros y, este año, la cifra se sitúa por encima de los 4.000 millonesâ€, asegura Santiago Olivares, consejero delegado de Ferrovial Servicios.
Esta cantidad podría incrementarse sensiblemente en los próximos meses si la compañía española culmina con íéxito el proceso de adjudicación de dos grandes contratos en Reino Unido. En el condado de Norfolk, el grupo español se juega una cartera de ingresos de 500 millones de libras (unos 604 millones de euros) por la gestión de los residuos de la zona. El rival es el grupo Cory, compañía controlada por Santander a travíés de uno de sus fondos de infraestructuras. La inversión en el proyecto asciende a unos 300 millones de libras, la mayor parte destinados a la construcción de una planta incineradora con capacidad para producir energía (24 MW de potencia) a partir de la basura.
Ferrovial desembarcó este año en ese mercado al ser elegido adjudicatario provisional de contrato de residuos de York, con una cartera de negocio de 500 millones de libras. La incursión supone un paso decisivo en la estrategia de diversificación de la compañía, que este mes ha cerrado la compra del grupo local Donarbon por 58 millones de euros. “La suma de fuerzas entre Amey, Cespa y esta última adquisición nos da la masa crítica para convertirnos en uno de los líderes del sector e intentar dar el salto a otros mercados como Polonia y EEUUâ€, señala Olivares, encargado de completar una profunda reorganización en Ferrovial Servicios que ha dado como resultado “una reducción de los costes de estructura del 15%â€.
Carreteras
El otro gran pilar de la compañía en Reino Unido es la conservación y mantenimiento de infraestructuras. Amey figura entre los candidatos para adjudicarse el contrato de Sheffield. En juego, está una cartera de ingresos de 1.500 millones de libras a travíés de un contrato de colaboración público-privado por un plazo de 25 años. Ferrovial se mide en el concurso con el gigante francíés Bouygues y el grupo de servicios británico Carillion. En mayo de este año, la constructora española se adjudicó un contrato similar para la conservación de las carreteras de Birminghan por 3.100 millones de euros.
El camino recorrido en suelo británico contrasta con el retroceso registrado en España. Las ventas de Ferrovial servicios se han deteriorado un 5% en este mercado debido, entre otras cosas, a la dificultades que atraviesan las corporaciones locales, uno de sus principales clientes.
Según Olivares, el íéxito del modelo británico se basa en la capacidad del sector privado para ofrecer estándares de calidad en los servicios a los ciudadanos a un menor coste “y los ayuntamientos españoles deberían analizar esta opciónâ€. El grupo trabaja en esa dirección a travíés de un nuevo concepto denominado ciudades inteligentes.
Reciclaje
- El grupo español ha llevado a cabo una reorganización de la filial de servicios que ha supuesto un recorte de los costes de estructura del 15%.
- A falta de negocio y rentabilidad en España, la empresa ha concentrado los esfuerzos en los contratos de colaboración público-privada en Reino Unido.
- La compañía analiza dar entrada a socios financieros en el capital de las sociedades concesionarias, al igual que ocurrió con el fondo holandíés DIF y Amey.
