Por... TIMOTHY R. HOMAN
Si a los estadounidenses más pudientes se les ofrece una reducción de impuesto, la historia sugiere que prefieren ahorrarlo en vez de gastarlo.
A las reducciones fiscales del 2001 y el 2003 bajo el gobierno del presidente George W. Bush les siguieron un aumento en el índice de ahorros entre los ciudadanos más ricos del país, según información de Moody's Analytics Inc. Cuando se aumentaron los impuestos en el gobierno de Bill Clinton el ahorro bajó.
Las conclusiones del estudio pueden debilitar los argumentos de los legisladores republicanos y algunos demócratas que afirman que eliminar los alivios fiscales de la era de Bush para los más ricos los llevará a reducir sus gastos, lo que afectaría la economía. El presidente Barack Obama desea prorrogar las reducciones para los individuos que ganan menos de $200,000 y las parejas que ganan menos de $250,000, a la vez que los elimina para los que ganan más.
``Me pregunto hasta dónde los alivios fiscales influyen realmente sobre el comportamiento de gastos'', dijo Chris Cornell, economista que analizó reportes del gobierno desde 1989 para Moody's Analytics, con sede en West Chester, Pennsylvania. ``El gasto del 5% de los núcleos familiares con más ingreso parece estar más cerca del ciclo de negocios que de la reducción de impuestos''.
La investigación de Moody's, que abarcó a las parejas que ganan más de $210,000, concluyó que el gasto de los ricos depende más de los altibajos del mercado bursátil que de las tasas fiscales.
El rendimiento de las acciones es el ``factor fundamental que impulsa los ahorros del 5 por ciento superior de los núcleos familiares de más ingresos'', dijo Mustafa Akcay, economista y coinvestigador de la información de ahorros.
Los economistas de Moody's estudiaron el índice de ahorros sobre la base de los ingresos desde 1989. El estudio usó estadísticas del informe trimestral de flujo de fondos de la Reserva Federal, que mide el patrimonio neto de los núcleos familiares, y la Encuesta de Finanzas del Consumidor, que se emite cada tres años, una medida de los saldos, pensiones e ingresos de las familias en Estados Unidos.
Cuando Clinton firmó su ley impositiva en 1993 --que aumentó la mayor tasa fiscal de 31 a 39.6 por ciento-- los ahorros bajaron de 12.1 por ciento en el segundo trimestre a 9.5 por ciento en el primer trimestre de 1994. El Indice Standard & Poor's 500 aumentó 1.9 por ciento entre julio y septiembre, despuíés de poco cambio en los tres meses anteriores.
Cuando los alivios fiscales de Bush se convirtieron en ley en junio del 2001, bajando la tasa fiscal mayor al 35 por ciento, los ricos comenzaron a ahorrar más. El índice de ahorros se incrementó en un 2.8 por ciento durante el primer trimestre del 2002, en contraste con -2 por ciento en el segundo trimestre del 2001. El alza coincidió con una declinación de 1.1 por ciento en el Indice S&P 500.
Despuíés de la segunda ronda de alivio fiscal de Bush en mayo del 2003, los ricos tambiíén ahorraron más y el índice aumentó a a 7.6 por ciento en el primer trimestre del 2004, en comparación con 2.2 por ciento en el segundo trimestre del 2003, muestra la información de Moody's.
El análisis halló algunas similitudes en varios niveles de ingresos en la información correspondiente al 2001 y al 2003 data. Los ricos y el 95 por ciento restante de la población ahorraron más despuíés de las reducciones fiscales de Bush. El índice de ahorro se define como los ahorros personales como porciento del ingreso neto.
El debate político sobre prorrogar el alivio fiscal de la era de Bush, que vencen al final de este año, se intensifica con las elecciones legislativas de noviembre.
Obama expresó en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 10 de septiembre, dijo que la presión de los republicanos para prorrogar el alivio fiscal a los más ricos es una ``mala idea'' porque le costaría al gobierno $700,000 millones en ingresos en momentos de un díéficit presupuestario ríécord.
Los republicanos, incluyendo al líder de la Minoría del Senado, Mitch McConnell y al líder de la Minoría en la Cámara, John Boehner, argumentan que los recortes de impuestos deben permanecer para todos y que cualquier intento de quitárselos a los ricos puede dañar el crecimiento y la inversión.