Por... CHRISTINE ARMARIO
MIAMI -- La riqueza en materias primas, considerada durante mucho tiempo una trampa que retrasaba el crecimiento sostenido de Latinoamíérica y el Caribe, podría ser el cimiento de futura prosperidad, concluyó un nuevo estudio del Banco Mundial.
Al examinar el crecimiento reciente de las exportaciones de materias primas y el cambio en los mercados a los que son destinadas, el informe del BM asevera que el incremento en la demanda por parte de países como China podría servir como un impulsor clave de la expansión económica regional, si ese golpe de fortuna es manejado e invertido apropiadamente.
"Podría dejar a la región en una situación más vulnerable, pero no necesariamente", dijo Augusto de la Torre, economista en jefe del Banco Mundial para Latinoamíérica y el Caribe.
El estudio fue presentado el lunes en Miami en la víspera de la Conferencia de las Amíéricas, un acontecimiento anual organizado por el BM y el diario The Miami Herald que convoca a importantes diseñadores de políticas en Latinoamíérica. Se espera la asistencia de Mauricio Funes, presidente de El Salvador, y del subsecretario estadounidense de Estado para Amíérica Latina, Arturo Valenzuela.
De la Torre señaló que el surgimiento de la región tras la crisis económica global puede ser atribuido en parte al crecimiento de las exportaciones de materias primas a las naciones emergentes asiáticas.
De 1990 al 2008, China incrementó 10 veces sus importaciones de recursos naturales de Latinoamíérica, de 0,8 a 10% del total de las exportaciones de materias primas de la región, mientras que las importaciones de Estados Unidos descendieron de 44 a 37% en el mismo período.
Ello incluye la demanda de productos de soya de Argentina, cobre de Chile y pescado de Perú.
"China ofrece la oportunidad porque está demandando materias primas", dijo De la Torre en una entrevista con la AP. "Pero las políticas en Latinoamíérica necesitan aprovechar esa oportunidad".
Más específicamente, indicó, la región necesita asegurar que la integración con China, basada en las materias primas, no resulte en una estructura comercial no diversificada e instituciones díébiles.
Las proyecciones del Banco Mundial muestran lo significativas que siguen siendo las materias primas para Latinoamíérica: 97% de su producto interno bruto es producido en países netamente exportadores de insumos.
En el 2008, las exportaciones de materias primas alcanzaron un nivel máximo de casi 400.000 millones de dólares en los siete países más grandes de la región. La mayoría de los latinoamericanos viven en naciones que se benefician de los altos precios de algunas materias primas.
Esta dependencia ha sido descrita persistentemente como un detrimento al íéxito económico de la región, haciíéndola vulnerable a los altibajos del mercado mundial.
De la Torre dijo que hay tres preocupaciones principales que deben atender quienes determinan las políticas: el modo en que se producen las materias primas; mantener la competitividad, y asegurar que las materias primas no afecten negativamente a las instituciones. Señaló que esto puede realizarse, en gran medida, no desperdiciando la bonanza actual.
El economista agregó que eso requiere disciplina y la capacidad de ahorrar.
"La capacidad de ahorrar requiere ciertas reglas, ciertas instituciones, y una voluntad política para realizarlo", subrayó De la Torre. "Lo cual no es fácil porque, por supuesto, en el momento en que uno comienza a acumular ahorros, el sistema político quiere utilizarlos hoy mientras están en el poder. Así que se requiere un tipo de convenio implícito entre la actual generación y la futura generación. Alguien tiene que hablar por la generación futura".
Indicó que el banco ve señales positivas de que esto se está haciendo, y puso como ejemplo a Chile y sus minas de cobre.
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En internet:
Conferencia de las Americas:
http://www.miamiherald.com/americasconference/Informe del Banco Mundial:
http://go.worldbank.org/5UTUVKOPE0