El que era mayor accionista del consejo de administración de Banco Santander ya no lo es. Ni parece que lo volverá a ser. Generali, el gigante de los seguros europeos, está marcando posición de salida en el capital del banco que preside Emilio Botín.
La última operación vuelve a ser de venta. Se produjo el pasado 9 de septiembre y, según la misiva a la CNMV, se desprendió en mercado de 1,25 millones de acciones, a 9,95 euros, que le supusieron unos ingresos de 12,4 millones de euros.
En mes y medio ha vendido algo más del 0,2% del capital por más de 120 millones de euros, en función de los distintos momentos en que se ha deshecho de los títulos.
Tanto Generali como Santander han evitado en las últimas semanas pronunciarse sobre está en cuestión a preguntas de Cotizalia. De esta manera, el grupo asegurador ha reducido su participación desde el 0,82% al 0,8% que tenía anteriormente y desde el 1,04% de principios de 2010.
El porcentaje es sustancialmente inferior al 1,3% que mantenía en 2008. El movimiento confirma que a todos los accionistas no les está gustando la última carrera de compras del banco, que le han llevado a crecer cerca de un 50% en activos durante los últimos tres años.
Por otro lado, en el sector de seguros y en el mercado se especula con la posibilidad de que el reciente acuerdo entre el grupo asegurador británico Aviva para la distribución de seguros en exclusiva en Reino Unido estíé detrás de este alejamiento entre dos socios históricos que siempre se han llevado bien.
