El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, dijo hoy ante los sindicatos británicos que la crisis originada en el sector financiero y el consiguiente rescate de los bancos fueron "injustos", por sus efectos nocivos en la economía real y para el conjunto de los ciudadanos.
En una extraordinaria intervención durante el 142 congreso de la confederación de sindicatos Trade Union Congress (TUC), la segunda de un gobernador de un banco central en su historia, King admitió que la caída del sistema se debió a la falta de visión de los financieros y los políticos.
"Se nos escapó de las manos", manifestó.
El gobernador pareció simpatizar con los sindicalistas al coincidir con uno de ellos, que le hizo una pregunta, en que debería combatirse con más ahínco la evasión fiscal por parte de los ricos.
La comparecencia de King, figura clave en la orquestación de la respuesta oficial a la crisis, motivó que miembros del importante sindicato del Transporte RMT, entre ellos su líder, Bob Crow, abandonaran la sala, con el argumento de que habían ido al congreso para escuchar a los afiliados.
El gobernador aseguró entender la rabia que sentían los trabajadores por las consecuencias de una crisis que no provocaron y en relación a las enormes primas que se siguen cobrando en el sector financiero, y señaló que hace falta una "reforma radical" del sistema.
Sin embargo, King insistió en que es necesario hacer recortes del gasto público para reducir el elevado díéficit estatal, ya que si no podría producirse una recaída en la recesión.
No obstante, admitió que hay muchas maneras de abordar esas reducciones presupuestarias y animó a los delegados a presentar alternativas.
El congreso del TUC de este año se centra en analizar su respuesta a los recortes masivos programados por el Gobierno de coalición conservador-liberaldemócrata, que consideran demasiado radicales y rápidos.
En ese sentido, los delegados votaron el lunes a favor de tomar posibles medidas de fuerza coordinadas para resistir las iniciativas del Ejecutivo, que, según estiman, ya han causado la píérdida de 150.000 puestos de trabajo