Bruselas obligará a los grandes operadores de telecomunicaciones a dar acceso a los rivales a sus redes de nueva generación de fibra óptica, aunque sin determinar los precios, algo que quedará en manos de los reguladores. Así se recoge en el borrador del nuevo marco normativo sobre redes de alta velocidad que se presentará este lunes.
El Ejecutivo comunitario ha decidido así desoír las peticiones de los grandes operadores, como Telefónica, France Telecom o Deutsche Telecom, que habían reclamado a Bruselas desregular las redes de fibra óptica para fomentar la inversión que necesita el sector en Europa, cifrada por las propias compañías en alrededor de 300.000 millones de euros.
Bruselas sí ha recogido en el nuevo marco normativo algunas reivindicaciones históricas de los operadores, como la segmentación geográfica del mercado a la hora de examinar posibles problemas de competencia, y el principio de que los que usen las redes de otros deben compartir de alguna manera el riesgo económico que suponen estas inversiones.
No obstante, las grandes compañías consideran la nueva regulación como una "oportunidad perdida" porque mantiene el control de precios, pero sin concretar y dejándolo en manos de los reguladores nacionales, ya que además se trata de una recomendación no vinculante. El resultado, explicaron fuentes del sector, es que "las cosas siguen poco claras y esto no es especialmente bueno para planificar inversiones millonarias".
Además del nuevo marco normativo sobre redes de fibra óptica, la comisaria responsable de Telecomunicaciones, Neelie Kroes, pedirá a los Estados miembros que, a partir del 1 de enero de 2013 como muy tarde, destinen parte del espectro electromagníético que estaba ocupado por la televisión analógica a servicios de banda ancha móvil. En concreto, el Ejecutivo comunitario propondrá dedicar a banda ancha móvil la banda de 800 Mhz.