La subida del 4,8% de la luz en octubre podría ser sólo el principio para los casi 25 millones de hogares acogidos a la Tarifa íšltimo Recurso (TUR). Y es que el año 2011 debería acoger incrementos en el recibo de al menos el 15% para cubrir la desviación del año pasado en la previsión del díéficit de tarifa –la diferencia entre los ingresos regulados del sistema y los costes reconocidos a las elíéctricas-. Eso sí, la factura podría pagarse en dos cómodos plazos. “El incremento anualizado del 15% en 2011 podría estructurarse en dos subidas del 10%, una en enero y otra en julioâ€, subraya Nomura en su último informe. Sólo cabe la duda de si el Gobierno, en año preelectoral, se atreverá a cumplir con la ortodoxia.
El perverso modelo alumbrado por el PP en 2001 para controlar políticamente el precio de la luz ha provocado que durante años el recibo no refleje el coste real de la electricidad. Ese gap anual que se ha ido generando constituye el denominado díéficit de tarifa, que el Gobierno se ha comprometido a eliminar en 2013. Para ello, Industria ha fijado un exigente calendario que le permite saldos negativos de 3.000 millones en 2010; 2.000 millones en 2011 y apenas 1.000 en 2012. El problema es que los agujeros generados todos estos años, una suerte de deuda contraída por los consumidores con las elíéctricas, deben pagarse en cómodos plazos cual hipoteca. Y el año próximo toca rascarse el bolsillo de lo lindo para saldar la deuda ‘extra’ de 2009.
Según las cuentas del banco de inversión, la factura elíéctrica tendrá que asumir en 2011 una subida del 7% en el precio de la electricidad y de un 21% en las tarifas de acceso, que son los dos componentes que conforman el recibo al 50%. El primero es puro mercado. El segundo depende del Ejecutivo e incluye costes como la distribución, las primas al ríégimen especial -básicamente las energías renovables- o las anualidades del díéficit. Debería dispararse el año próximo “para asumir los 1.100 millones de exceso en el díéficit de tarifa en 2009, que hasta ahora no ha sido recuperado vía tarifas de acceso en 2010 y que asumimos se trasladarán a la tarifa en 2011â€, asegura Nomura. El año 2009 se generó un díéficit de 4.615 millones cuando la ley fijaba un tope de 3.500 para ese año.
Claro que el Gobierno siempre puede hacerse trampas en el solitario, como hizo en julio para congelar la subida tras pactar con el PP. Entonces, el precio de la electricidad, resultante de la subasta entre las comercializadoras, subió un 4%. Industria había propuesto días antes una subida media de las tarifas de acceso del 6,8%. La luz sólo podía incrementarse. Sin embargo, el Ejecutivo moduló en función de sus intereses la parte que le toca y se evitó el mal trago de elevar el recibo en torno al 7%. No le conviene, sin embargo, tomar la misma senda en octubre: podría obligarse a subidas mayores en el comienzo del año para compensar una nueva desviación de la obligación de díéficit para 2010.
Subidas superiores al 20%
“Estimamos que si no se producen incrementos este año, el díéficit de tarifa podría estar 400 millones por encima del límite de 3.000 y el alza en 2011 estaría en el 21% en lugar del 15%. En el cuarto trimestre de 2010, la subida potencial de la tarifa para mantenerse en el umbral de los 3.000 millones debería estar en torno al 12%, según nuestras previsionesâ€, apunta Nomura. Un porcentaje que el Ejecutivo no se atreverá a subir y ni siquiera nadie a pedir. El precio al que las comercializadoras adquirieron la electricidad en la subasta del pasado martes supuso un incremento del 11% respecto a los de la última subasta de finales de junio. Una evolución que abre la puerta a una subida superior al 5,5%. Las elíéctricas ya se contentarían con ese alza.
De lo que no hay duda es de que la luz costará más cara desde octubre. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, dijo ayer que el resultado de la subasta se trasladará al precio de la luz, porque corresponde a la parte que “establece el mercadoâ€. El Ministerio ya había anunciado que congelaría los peajes. Las cifras reflejan por sí mismas la dimensión del problema y los efectos que podría tener en los hogares si no se afronta de inmediato. Por ejemplo, si Industria no tuviera en cuenta el tope de díéficit de 3.000 millones para 2011 y quisiera equilibrar el sistema, tendría que subir las tarifas de acceso la friolera de un 37% y un 24% la TUR, de acuerdo con las estimaciones de Nomura. De ahí que PP y PSOE escenificaran un frente común para subir la luz el mes próximo.
El plan B pasaría por no centrar todo el problema en los ingresos y atacar los costes del sistema, con el sector fotovoltaico como principal víctima del ‘sablazo’. El PP estaría más cómodo con una solución en esa dirección, que evitara subidas de la luz para los clientes domíésticos. “Es un componente importante de los costes y el Gobierno está preocupado por las evidencias de fraude a gran escala, así como por sus excesivos retornos –subraya Nomura en referencia a la industria solar-. Ya se ha decidido la forma para implementar el recorte (un límite en el número de horas con primas) y parece efectivo y justoâ€. Solución más drásticas, como las tasas hidráulica o nuclear o la más factible puesta en marcha de un cíéntimo verde que gravara los combustibles se presentan como soluciones más a medio plazo.