Los circuitos de la liquidez vuelven a funcionar. La mejora es espectacular respecto a la sequía sufrida los pasados mayo y junio, según los directivos de tesorería consultados. Las operaciones en el mercado interbancario a plazos cortos -hasta un mes- se realizan casi con total normalidad y a precios en el entorno del 0,45%. La confianza en España y en sus bancos comienza a regresar.
El pasado junio, saltaron todas las alarmas entre los directores de tesorería de bancos y cajas. Casi todas las entidades extranjeras les habían cerrado las líneas de liquidez, no se fiaban. Ni siquiera aunque les dejaran como garantía deuda pública española, en lo que se conoce como el segmento de repos. Argumentaban que asumían un doble riesgo: ante la entidad en cuestión y ante los bonos soberanos del reino de España, entonces muy cuestionados.
Los expertos coinciden en señalar que la situación se exageró. La prima de riesgo española -medida como el diferencial de la deuda pública alemana a 10 años respecto a la española- se disparó por encima de los 220 puntos básicos (100 equivalen a un punto porcentual) el 16 de junio. Algunas casas de análisis y varios medios de comunicación llegaron a hablar de planes de rescate diseñados por el FMI.
Apenas cuatro meses despuíés, la situación se ha normalizado. Tres han sido las razones principales. Primera, los test de estríés publicados el 23 de julio, que certificaron la solvencia del sistema financiero español. Segunda, el acceso de la banca española a cámaras europeas de contrapartida, como la London Clearing House (LCH Clearnet) y Eurex Repo. Y tercera, la ventana abierta en los mercados de capitales: ocho bancos y cajas han colocado deuda entre institucionales por 8.570 millones de euros desde comienzos de mes (víéase gráfico).
"La situación ha cambiado radicalmente respecto a los peores momentos. Ahora se cruzan operaciones con normalidad en plazos cortos a precios razonables. A un mes se está pagando entre el 0,4% y el 0,5%", explica Guillermo Monroy, director de tesorería de Banco Sabadell. Desde otra entidad española, señalan que los extranjeros han perdido el miedo a la deuda pública española, como prueba el íéxito de las últimas subastas efectuadas por el Tesoro. "Vuelve a llegar dinero del exterior al sistema financiero", añaden.
La dependencia de la banca española del BCE ya se redujo un 15,7% en agosto respecto a julio, hasta los 109.793 millones de euros. Esta disminución fue además muy superior a la media del resto de los bancos europeos, que se situó en el 4%, según destaca Moody's en un reciente informe. Y los directivos consultados consideran que la apelación continuará a la baja. "En septiembre, se recortará hasta el entorno de los 85.000 millones de euros", prevíén en el Sabadell.
Las claves de la actual situación
El pasado viernes fue Banco Popular quien debutó en la LCH.Clearnet como miembro de pleno derecho. Ya están operando en esta plataforma BBVA, Caja Madrid, a travíés de intermediarios, y Santander, mediante su filial Cater Allen. Fuentes financieras apuntan que la admisión de BBVA como miembro directo de la LCH es inminente.
Las cámaras de contrapartidas, tanto la británica como la alemana Eurex Repo, se convirtieron en una vía para acceder a la liquidez del exterior cuando las entidades extranjeras habían cerrado a la banca española el grifo de la liquidez, tanto en el mercado interbancario clásico como en el segmento de repos. Estas plataformas eliminan el riesgo que suponen las transacciones bilaterales, al garantizar que las operaciones llegan a buen puerto. Estos días, el volumen medio diario negociado con colateral de deuda en estas cámaras se sitúa entre los 15.000 y los 20.000 millones de euros, explican fuentes financieras.
La Caixa está en proceso de alta como miembro de pleno derecho de CLH. Clearnet, al igual que la CECA, dará acceso a esta plataforma a cajas que no cumplen con los requisitos para acudir ellas mismas.
Por su parte, Caja Madrid ya está haciendo de intermediario en Eurex Repo, mientras Santander estudia dar servicio a terceros en la cámara británica.
La ayuda de las cámaras de contrapartida
1. La confianza ha vuelto, al menos en parte, a la deuda y la banca españolas. Aunque el cambio a mejor del mercado interbancario ha sido radical, continúa habiendo dificultades a plazos relativamente largos. "Apenas se cruzan operaciones más de un mes", señalan desde una mesa de tesorería. En cualquier caso, los precios que están pagándose por el dinero a dos semanas o a un mes son hasta un 60% inferior a los que cobra el BCE.
2. La segunda fase de la crisis de la deuda no ha afectado a España, pero sí a otros países encuadrados dentro del denominado grupo de economías perifíéricas de Europa, como Portugal e Irlanda. Los diferenciales de sus bonos a 10 años se sitúan en los 401,6 y los 416,7 puntos básicos, respectivamente, máximos desde la entrada en circulación del euro. Si vuelve a deteriorarse la percepción sobre la deuda pública española, cuyo diferencial frente a la germana se situaba ayer en los 183,3 puntos, pueden regresar los problemas.
3. El BCE ha garantizado liquidez ilimitada para la banca europea hasta, al menos, el primer trimestre de 2011. Moody's considera positiva la reducción de la apelación española al BCE, pero señala que, incluso así, representa el 26% del total solicitado, muy por encima del 10% que pedían los bancos y las cajas en 2008 y 2009.
4. La guerra de depósitos desatada en los últimos meses por las entidades tiene como objetivo lograr liquidez a costa de la de los rivales y, además, atraer nuevos clientes. El tipo de interíés medio de los nuevos depósitos hasta un año se situó en julio en el 2,31%, frente al 1,74% correspondiente a enero.