Más allá de la mofa porque nada más decir Zapatero que la crisis de la deuda había terminado íésta ha resurgido, lo cierto es que el mercado vuelve a estar muy preocupado por los acontecimientos en los países perifíéricos del euro.
Esta vez la alarma ha sonado en Irlanda con la confirmación de la vuelta a la recesión de su economía.
Esto demuestra que la situación económica en Europa, al igual que en EEUU, todavía está cogida con alfileres. Los analistas piensan que lo peor ya ha pasado y citan como argumentos positivos la facilidad con que España o la propia Irlanda colocaron bonos a principios de semana.
Pero decir que lo peor ha pasado no es lo mismo que decir que la recuperación ha comenzado. "Obviamente, los grandes desafíos a los que se enfrentan estos países no van a desaparecer de la noche a la mañana. Y eso no debería sorprender a nadie", opina Axel Merk, presidente de Merk Mutual Funds, una gestora especializada en divisas.
Los expertos están divididos sobre si podemos asistir a una repetición de la crisis de mayo y si esto va a tener consecuencias en la economía global. De momento, el euro puso ayer fin a su escalada contra el dólar y ya hay quien piensa que la caída va a continuar.
"Los problemas fiscales van a resurgir el próximo año y el crecimiento se va a ralentizar, por eso pienso que el euro va a volver a los mínimos de junio (1.1875) e incluso puede perforarlos", asegura Vassili Serebriakov, estratega de divisas de Wells Fargo. Eso sí, este experto admite que no será una caída violenta y que la vuelta a mínimos puede demorarse hasta finales de 2011.
Por el contrario, Merk cree que los últimos meses han demostrado que el euro no se va a hundir pese a estos problemas, e incluso piensa que esta nueva crisis puede ser buena porque obligará a los países europeos a tomarse más en serio sus problemas fiscales. Añade que "es un error pensar que hace falta tener un fuerte crecimiento para tener una moneda fuerte. Japón ha estado estancado durante dos díécadas pero el yen cada vez está más fuerte".
Mike O´Rourke, estratega de BTIG, considera que el mercado sobrerreaccionó ayer y que, aunque los problemas europeos son reales, no vamos a ver nuevas escenas de pánico.
Pero aunque eso sea cierto, Paul LaMonica, comentarista de CNNMoney, estima que sería un error descartar el impacto que este resurgimiento de los miedos sobre los países perifíéricos puede tener en la economía mundial. "Hasta que estíé más claro que la crisis efectivamente ha terminado, los problemas de la deuda europea pueden seguir pesando en los mercados durante un tiempo", concluye.