La cadena estadounidense de videoclubs Blockbuster se declaró hoy en bancarrota con la esperanza de reducir la carga de su deuda que arrastra y cambiar de modelo de negocio para sobrevivir a la creciente competencia de vías alternativas para acceder a contenidos audiovisuales.
Según el documento presentado antes el Tribunal de Bancarrotas para acogerse al capítulo 11 de la ley que regula estos procesos, la compañía acumula una deuda de 1,460 millones de dólares, mientras que sus activos únicamente alcanzan los 1,020 millones de dólares.
“Tras un cuidadoso y exhaustivo análisis, se determinó que el proceso anunciado hoy es el camino óptimo para recapitalizar nuestro balance de cara al futuro, a medida que seguimos trabajando para transformar nuestro modelo de negocio y satisfacer las preferencias cambiantes de nuestros clientesâ€, dijo el director ejecutivo de Blockbuster, Jim Keyes, en un comunicado.
Blockbuster ha llegado a un acuerdo con sus principales tenedores de bonos para reducir su deuda en cerca de un 90 por ciento, hasta unos 100 millones de dólares, a travíés del intercambio de esos bonos por capital de la compañía una vez que haya sido reestructurada.
Los planes de la empresa son reducir drásticamente el número de locales físicos que tiene para alquilar películas y otro tipo de material audiovisual.
Además, buscará estrategias alternativas para competir con los quioscos de Redbox, el negocio por correo postal de Netflix o incluso la compra de contenidos a travíés de tiendas virtuales como iTunes o las suscripciones a cadenas de televisión a la carta.
En cualquier caso, y mientras se cierra el proceso de bancarrota, la compañía continuará con su actividad habitual, para lo que contará con un príéstamo de 125 millones de dólares concedido por sus principales tenedores de bonos.
Despuíés de muchos meses de rumores, el gigante del alquiler de películas se acoge así al amparo del capítulo 11 de la ley que regula la bancarrota empresarial en el país.
En los últimos años Blockbuster ha tenido que cerrar centenares de locales de su cadena en varios países debido a una fuerte caída de ingresos por la piratería, así como el cambio en los hábitos de consumo, que han propiciado pasar del alquiler del DVD físico a la distribución en internet.
La crisis económica endureció las condiciones de los críéditos y dificultó el acceso de la compañía a nuevos príéstamos para hacer frente sus problemas de liquidez.
La situación llevó las acciones de Blockbuster a depreciarse hasta el punto de que el pasado mes de julio dejaron de cotizar en el mercado de valores de Nueva York