Organizaciones ambientalistas elogiaron el viernes el compromiso de la fabricante de alimentos estadounidense General Mills de suspender las compras de aceite de palma a compañías acusadas de la destrucción de selvas tropicales.
La firma es la más reciente de las multinacionales que anuncia cambios en las políticas hacia sus abastecedores.
General Mills, con sede en Minnesota, anunció esta semana que intentaría conseguir a partir del 2015 sus suministros de aceite de palma de "fuentes responsables y sustentables".
General Mills fabrica las populares marcas de productos Cheerios, Betty Crocker y Hamburger Helpers.
"Nos preocupa el papel que la expansión para producir aceite de palma ha tenido en la deforestación de las selvas tropicales en el mundo", anunció la compañía en su página de internet.
Indonesia y la vecina Malasia son los dos principales productores de aceite de palma, el cual se utiliza casi para todo, desde la preparación de alimentos hasta la fabricación de cosmíéticos, dulces y combustibles más limpios para automóviles, en combinación con diesel.
En los últimos años, grupos de activistas en Estados Unidos y Europa han advertido que la veloz expansión de la industria es responsable de la destrucción de enormes porciones de selvas y de la contracción de los hábitats para orangutanes y otras especies en peligro de extinción.
El grupo ambientalista Red de Acción a Favor de las Selvas Tropicales, que ha impulsado el cambio, aplaudió la decisión de General Mills, y afirmó que "contribuirá a que otras compañías despierten en la industria alimenticia".
Las empresas estadounidenses Unilever, Nestle, Kraft y Burger King ya han anunciado cambios similares en sus políticas e interrumpieron sus vínculos con la productora de palma PT Sinar Mas Agro Resources and Technology, con sede en Indonesia
